miércoles, 24 de noviembre de 2010

EL PODER

Invariablemente y prácticamente todo lo que está vigente tiene su historia.- No podemos soslayarla en este análisis.- Desde siempre, el poder ha tenido y tiene supremacía ya sea sobre el hombre ya sea para aquel que por diversas razones se considera con derecho y usa y abusa de él y, aquel que como una razonable ecuación matemática, se ve sometido al otro.-
Al primero, se le presenta tener expedita la facultad o potencia de hacer una cosa en tiempo y lugar.- Por un principio inevitable de verticalidad está el sometido a aquella condición.-
No hay opciones, no se concibe uno sin el otro.-
La historia del poder, conforme los primeros tratados al alcance del común del pueblo, habría comenzado no mucho tiempo después de la Creación.- Un rosario plagado de seres humanos? Con una posibilidad y capacidad notables para detentar el poder.- Mentores, ejecutores, protagonistas de luchas tendientes a independizar, tomar posesiones, en fin, un conjuntos de luchas cruentas para lograr sus propósitos con una desmedida ambición de sostener un ideal que no escapa de manera alguna a la supremacía sobre los débiles.- No vacilaron en el costo que tales epopeyas significaron a la raza humana.- Qué quiero decir con el costo?.- Ni hablar de víctimas de aquellas filosofías.-
Altísimo precio- si hablamos del pasado- tuvieron que pagar a consecuencia del apetito de desmedidas ambiciones.- Cuánta sangre, cuánto sufrimiento, como producto de cruentas invasiones y su consecuente defensa.- Por favor no olvidar la colonización.- La historia se nutre de tantísimos acontecimientos que significaron invariablemente la posesión de poder, no la capacidad de conducir como aquel que tiene a su cargo tarea tan difícil sino la imponer aún con el uso de la fuerza, metodologías cargadas de violencia o virulencia en detrimento de los que asumen involuntariamente ser subyugados.-
En todos los órdenes y desde siempre, ha imperado el poder como fuerza de mando, con la inevitable compañía de un siniestro conjunto de secuaces preparados física y mentalmente por aquellos que logran detentarlo y lo hacen hoy.-
Lamentablemente esto es lo que gravita en la sociedad y no aquella capacidad que tiene el hombre para lograr un objetivo; en el mejor sentido o en buen romance, que si se lo propone lo consigue, es decir, puede.-
Nutrida está la historia de esta condición que no siempre se ha establecido como fuente de toda razón y justicia.- Las diferencias están a la vista; los que se han beneficiado generosamente, los que lo han hecho moderadamente y aquellos que realmente no han sido tenidos en cuenta.-
El poder no tiene límites pero sí idólatras que se rinden a sus pies y son fieles devotos con un apetito insaciable.-
Estos impresentables sujetos discípulos de Mefistófeles, se gozan inescrupulosamente, no tienen piedad, son hipócritas y cínicos, amén de un proverbial sadismo del cual no pueden prescindir, como si fuera un alimento.-
Los ávidos de poder se vanaglorian de encontrarse en óptimas condiciones de ejercerla; los que lo detentan pretenden demostrar haciendo gala de un descaro total, que su gestión es más que prodigiosa, tratando de crear expectativas que saben de antemano que son imposibles de cumplir.-
Aquellos que lo transitaron pretenden hacer creer que su gestión fue fructífera, incomparable, que no hubo otra igual y se ilusiona con la posibilidad de un pronto retorno.- Esta lamentable política por más que se revea, no tendrá retorno, será como aquello tan imprescindible que no puede soslayarse.-
Lo penoso que esta condición deja un saldo lamentable, inequívoco de una presencia que se inserta en la sociedad con resultados tantas veces oprobioso.-
La lucha también en abierta oposición a cierta filosofía religiosa, ya sea a favor o en contra, ha dejado un reguero de pérdida de vidas humanas, aún de niños.- Tal afrenta no ha respetado clase social ni raza.- Haciendo gala de caprichosas actitudes, no trepidaron en segar vidas humanas aún a despecho de contrariar o transgredir principios religiosos que para nada alentaban determinaciones radicales para aquellos que no comulgaban o sí con dicha doctrina.- Se dieron las dos versiones.- Torquemada por un lado, emperadores romanos, por el otro.-
Al poder poco o nada le interesa la condición social de una importante franja de población sometida ferozmente a los aprovechadores de turno, habrá que admitir que contra ese poder no se pueden ejercer actitudes en contrario, sin dejar de reconocer que se procede en abierto desafío a tales designios.-
Su voluntad es indiscutible, maneja sistemáticamente los destinos del universo más allá de lo que él determine.- Es un poder que no resiste el menor análisis.-
En todos los órdenes el poder viene ocupando un lugar preponderante, comenzando desde el hogar donde los padres deben ejercerlo sobre los hijos, haciéndolo notar sí, pero sin hacer gala de autoritarismo pero con un claro e inequívoco mensaje de amor, de comprensión, de diálogo y fundamentalmente de respeto tanto a sus mayores como al prójimo.- Eso bajo ningún punto de vista debe traducirse en sumisión.- Recuerdo aquella famosa frase:..lo cortés no quita lo valiente…(no hace falta tampoco irse a los extremos).-
Un líder del pasado, más allá de sus aciertos y errores, abogaba permanentemente por la justicia social; sin haberlo conocido personalmente, por lo que veía en imágenes, dejaba la impresión de ser una persona, más allá de carismática, sincera y creíble; es más, como lo manifiesto siempre que se toca el tema, respecto de él, tenemos que admitir los que vivimos esa época, que una muy buena parte del pueblo trasuntaba alegría, pecando tal vez de ser ilusos o de tener expectativas generosas.-
En suma, viviendo el momento, sin pensar si el país marchaba en la correcta dirección.- Creo hoy y, como una opinión personal, que los que de una u otra forma se encaraman o lo han hecho, en el poder, particularmente embanderándose en sus principios, no han aprendido bien la lección; creo que el pueblo está realmente insatisfecho y buenas razones tiene.- Un ejercicio del poder calamitoso a más no poder.- Valga el juego de palabras.-
Aunque y, no nos llamemos a engaño, la pobreza indigna no puede ser erradicada; no lo será jamás.- No hay voluntad política para hacerlo.- La diferencia y aquí particularmente radica, en que dicha condición se ha ido degradando paulatinamente hasta alcanzar caracteres de pauperismo.- Imparable, incontenible sin posibilidades de mejora, es como una ola gigantesca que se abate sobre la orilla del mar.- Este avance de la pobreza se asemeja a la furia de la naturaleza contra la cual nada puede hacerse,- Se acude a los paliativos, imaginemos tratar una grave enfermedad con una terapia que de antemano el profesional es consciente de que no aporta solución alguna sino, que permite a enfermos y familiares ilusionarse con aquello de que un milagro podría salvarlo.-
El daño está, el poder inservible y perverso por antonomasia, ha cumplido su cometido.-
Entonces sí, si no interviene el poder divino aportando un prodigio, no habrá salvataje alguno.- El mensaje es claro, o por incapacidad, indolencia, por necedad o por soberbia, el mal está instalado.- Ojalá se depongan actitudes que a través de las cuales se avizore un achicamiento notable del abismo que un reparto no equitativo lo alimenta inescrupulosamente.- Los poderosos- bien gracias- Siguen en las antípodas de la moral, acumulando riquezas sin que se les mueva un pelo.- Tal vez pensando en la bolsa de valores, quizás en la forma de disimular un enriquecimiento ilícito que no tienen tiempo ni ganas, ni tampoco les interesa sin recordar o conocer las peticiones que poco antes de morir, hiciera a sus subordinados, Alejandro Magno.- Claro que éste se acordó un poco tarde en reconocer que ingresó desnudo al mundo y así se despide de él.-
Así planteadas las cosas, habrá pobreza indigna no se sabe hasta cuando.- Lástima grande que el poder teniendo todas las armas para erradicar esta bofetada a la sensibilidad humana, no toma ninguna determinación drástica.- Les recuerdo una tristemente frase célebre: “vamos mal pero vamos bien” (década del 90), o una muy reciente haciendo gala de un descaro total que a modo de burla reza: “hay que reforzar el modelo”.- Modelo de qué?.- Hará falta recordarlo?.-
Tiemblen discípulos del poder alimentado por Lucifer, hora vendrá que a la hora del arrepentimiento ya sea demasiado tarde.- No hay retorno – solo los obsecuentes, lamentarán no con un dejo de hipocresía, la pérdida de una pieza importante del poder desvergonzado, sosteniendo la esperanza de que la línea sucesoria no abandone tal siniestra práctica.-
Dios nos salve de esta infame y ruin epidemia.-


Oscar - 24/11/2010.-

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