jueves, 22 de noviembre de 2018

ANIMALES DOMÉSTICOS-MASCOTAS

ANIMALES DOMÉSTICOS- MASCOTAS

Cómo no dedicarles un particular espacio a esta especie tan enraizada en la vida del hombre.
A modo de prólogo  o su continuación, diré que no hace demasiado tiempo, se ha puesto en boga aquello de que la mascota, era imprescindible en la crianza de los niños pequeños.
No voy a poner en duda este aserto, carezco de capacidad científica para hacerlo.
Pero es una verdad, no la mía, que el animal doméstico particularmente el perro se constituye dentro de un hogar en cuasi un integrante de la familia.
Todo aquel que posee o ha poseído uno, puede dar fe de lo que este animal noble como el que más, fiel, guardián gran compañero, hace gala de un entendimiento poco común.
Reconoce al dueño aun cuando este no ha entrado en su casa, pareciera que percibiera su presencia. Participa en todo momento compartiendo con sus dueños en toda actividad que ellos realicen.
Conoce todos los movimientos de cada integrante de la familia y en una situación anómala en más de una oportunidad ha puesto o pone en aviso a aquellos.
Es el único que frente a un enojo o reproche del dueño, o mueve la cola o se va a su hábitat y es como si no hubiera pasado nada. Es tan fiel y cariñoso y no sabe de rencores con su dueño, pero tiene memoria, si es que algún desconocido lo ha tratado mal o golpeado, es ahí cuando muestra los dientes.
Hay canes para todos los gustos, para caza, (triste destino el de él que tiene que señalar una presa, al perverso cazador que lo hace por placer, para demostrar ante otros su habilidad para estar emparentado con el demonio, quitar pequeñas o inocentes aves, solo por el placer de descargar no solo su arma, sino también sus frustraciones. No puede demostrarlo ante la sociedad, por inútil y lo quiere hacer demostrándolo a través de una acción ruin y cruel.
También sabemos que existen perros para trabajar en la nieve, para salvatajes, para arrastrar trineos.
Son innumerables los casos de estos animales que se han constituido en verdaderos ejemplos de fidelidad y porque no de amor. Quien no quiere a los animales no tiene el más mínimo rasgo de sentimiento. Perdonen la comparación, es muy mía esta opinión: es un amigo que nunca falla, es por eso tal vez que alguien haya dicho alguna vez: cuánto más conozco a la gente más quiero a mi perro. De todos modos y tratándose de estos animales de la especie de guardianes, dada su naturaleza, debe manejárselos con sumo cuidado, por el tipo de reacción que suelen poseer. Entonces, ahí el animal reacciona según su instinto. Por otra parte, todo aquel que haga un análisis respecto de la conducta humana, ojalá pueda convenir conmigo que no incluyo a todos, que el amigo da un traspié y nos deja con cierto grado de decepción.


Inevitablemente, el hombre ya desde niño va buscando un amigo con la afinidad propia que conlleva esa relación, tampoco, las amistades son duraderas, por una u otra razón se acaban, aunque haya pasado bastante tiempo. Si, el inevitable rosario de etapas por las cuales transita el hombre.
En cambio, el can con una vida que aproximadamente dura término medio, unos quince años, “nos falla” dejándonos con una increíble tristeza que amerita elaborar el pertinente duelo ya que es una notable pérdida. Particular si se quiere.
Piense alguno lo que mejor le parezca, creo que todos los sentimientos no son iguales. A pesar de todo, siempre habrá una mención, un recuerdo. A no olvidarse que son como las especies vegetales: tienen vida, otro resultado de la Creación.
Se conocen algunas historias como la del perro declarado ciudadano ilustre en el Chaco- Argentina. No había reunión donde él no estuviera presente y bien visible. Cuando dejó este mundo, la ciudad hizo construir un monolito. ¡Qué ejemplo¡ de amor hacia algo tan simple entre él y los pobladores.
Particularmente conozco el caso del “negro”, un perro común sin pedigrí que vivía con su dueño, un pescador a orillas del Río Paraná, precisamente en esta Ciudad de Rosario, en Argentina. Un día el hombre se siente enfermo y en la procura de recibir asistencia médica, se encamina junto a su fiel amigo, hacia un nosocomio no muy distante de donde residía. Ingresaron hasta la sala de guardia, enfermo y animal. El can siempre a su lado, no fue sacado afuera por el personal de custodia entendiendo que él sufriría. El can de pie sigue aguardando. Pasado en tiempo dentro del consultorio, el negro seguía esperando. Luego en una camilla, el enfermo es trasladado a internación.
Y oh. ¡Increíble! el amigo se quedó sentado frente al ascensor en el cual su dueño había sido transportado y así durante días. El hombre al poco tiempo fallece, el perro quizás imaginando lo peor, cuando llegaba la noche, ingresaba al ascensor portador de su amo y enroscado en un rincón se quedaba durmiendo sin que se sintiera molesto por quienes usaban el montacargas y así toda la noche hasta que llegaba el día y se dedicaba a jugar con otros de su especie. Siempre recibía alimentos de la cocina y si sufría algún rasguño era atendido por el personal de enfermería.
Algunos del personal quisieron llevarlo a la casa pero el animal se resistía y había que devolverlo indefectiblemente al hospital. Al parecer quedó en algún lugar y nunca más se supo de él.
Otro caso emblemático y de reciente data: apenas zarpa el ARA. San Juan, un perro llamado Comando cuya dueña era la Teniente de Corbeta Eliana Krauczyk y formaba parte de la tripulación, se arrojó un tanto a las aguas quizás tratando de acompañarla, pero pronto la nave se sumergió y el animal volvió a la base donde hoy se lo ve esperando el regreso de su dueña quien desgraciadamente yace entre los hierros retorcidos del navío. ¡Triste verdad!
Ojalá los hombres manifestásemos los mismos sentimientos- por lo menos la gran mayoría- Pero…el inevitable pero que pone reparos al comportamiento humano.
También los niños gustan de otras mascotas, conejos, hámsters, tortugas o gatos. Cada uno tiene sus encantos.
En la generalidad se ve a niños junto a perros, en ilustraciones con mensajes o travesuras donde se destacan la fidelidad, el amor y por qué no la inteligencia. Nada menos.

El noble animal que ocupa la mayor parte de esta obra, en todas las épocas tuvo no solo en la casa de los dueños un relevante lugar.
Como mencioné, algunas versiones y sus capacidades, debo decir que constituían un blasón en personajes de la nobleza y en apreciable cantidad, acompañaban a los carruajes, una parte entre las patas de los equinos. Era por entonces una nota distinguida. Perros para salvataje en la nieve, otros en calidad de lazarillos acompañando a no videntes, perros buscadores de droga, de personas atrapadas entre escombros, etc. Quien no recuerda a aquel cantante centroamericano, José Feliciano- no vidente él- con su animal junto al micrófono. O Xavier Cugat dirigiendo su orquesta tropical con un perro pequinés debajo de unos de sus brazos.
Otros ejemplos de inmoralidad y sentimientos fueron aquellos animales a quienes les ataban una ristra de explosivos, los guiaban hasta muy cerca del frente enemigo en ocasión de las contiendas bélicas…no queremos imaginar el final.
Profunda tristeza nos embarga cuando nos abandona para dejar este mundo, un animalito que nos acompañó generalmente por varios años.
Descuento que a casi todos les acontecerá lo mismo. Es increíble además que haya
Gente insensible que los abandona, dejándolos a la conmiseración de gente con sentido común.
Años ha, circuló por correo electrónico un mail llamado: Crónica o diario de un perro, leerlo dan ganas de llorar. Creo que alguien que abandonó al suyo se conmoverá de veras al verlo.
Un regalo de la Naturaleza, seámosle fiel como él lo es con nosotros.

OSCAR
Rosario, Pvcia. de Santa Fe
Argentina – 22.11.2018.




lunes, 28 de mayo de 2018

EL COMPORTAMIENTO HUMANO



*Menuda cuestión la que quiero abordar, habida cuenta de que el comportamiento humano actual da mucha tela para cortar. No es para menos, hay una acabada demostración de falta de escrúpulos que verdaderamente aterra, el libre albedrío otorgado por el Creador harto ya de tratar de mostrar al hombre cómo debía de comportarse, le otorgó la posibilidad de elegir conforme le parecía, pero haciéndose cargo de las consecuencias le acarrearía optar por la condición del mal.
A la luz de lo que vemos a diario sí, dije bien, vemos, toda vez que el hombre se muestra abiertamente con una falta total de escrúpulos, quiero decir que haciendo gala de una indiferencia total y absoluta, obra conforme cree que procede bien. Está un poco bastante emparentado con el egoísmo y el qué me importa.
De ninguna manera vivimos aislados, formamos una sociedad, nos debemos invariablemente unos a otros ya que no vivimos aislados.
A pesar de las formidables enseñanzas de la doctrina cristiana, la falta de docencia por parte de los administradores vicarios de Cristo, ha determinado fehacientemente que los “creyentes” hacen oídos sordos a lo que oportunamente les fuera expuesto. La hipocresía, el cinismo la ingratitud y otras versiones que derivan del mal, ha hecho trizas la ética, la moral y las buenas costumbres. No se trata de ser agorero ni escéptico, la realidad salta a la vista. La pregunta del millón: a qué asisten a los templos, a las caminatas que imponen la realización de un soberbio e inútil esfuerzo, si después se visten de corderos siendo lobos rapaces.
Es penoso observar y sentir en carne propia la daga invisible pero cortante de los integrantes de las huestes del mal.
Recordemos al legendario Lot del Antiguo Testamento, cuando pregunta al ángel destructor de Sodoma y Gomorra, si encontraba determinada cantidad de justos la iría a destruir, a cada cantidad menor respondía que no hasta llegar a uno, diciendo: si encuentro un solo justo no la voy a destruir. Se ve que fuera de Lot y su familia, no había ni uno solo, procediendo días después a destruirla. Sabemos que la inveterada práctica de la homosexualidad nace precisamente en Sodoma y Gomorra: de ahí la sodomía.
Concretamente el ángel destructor no halló ningún justo, claro que no hay regla sin excepción, sabemos que verdaderamente hay almas piadosas, las menos.
-Del Apocalipsis o Revelación nadie habla, pero a partir de su publicación, algunos creyentes están convencidos de una primera y algo pequeña pero grave versión habría comenzado en el año 1914 cuando toma efecto la primera guerra mundial. Después sobrevendría otra mucho más grave, la 2da. Ambas por mano de hombre, pero hasta la destrucción total conforme el sueño del Apóstol Juan, falta precisamente la más grave.
-Algo inentendible: algunas creencias sostienen que el Creador no desea ver destruido al mundo. ¿Y entonces la visión del apóstol? Si bien se dice que el Señor, solo desea
limpiar la tierra de los demonizados junto al mentor del mal, Juan no hace referencia a tal acontecimiento, es decir podría quedar a modo de símbolo, que el final contemplaría la permanencia en un supuesto paraíso terrenal poblado precisamente por los justos.
En la antigüedad, los filósofos griegos y más adelante otros, determinaron en sus exposiciones, como debía ser la conducta del hombre, parafraseando de algún modo las enseñanzas de la maravillosa doctrina cristiana.
¿Doctrina cristiana dije? ¿Qué es eso dirán muchos, donde lo encontraste escrito? Muchos no saben que es la Biblia, otros dicen tener una pero no saben dónde está y si la encuentran, sus tapas están cubiertas de polvo, señal que nunca la ha tenido en sus manos, otras yacen en los anaqueles dispuestos para la colección de libros a leer o leídos.
Es cierto e indiscutible que la colisión entre el hombre y el propósito de Dios data de miles de años, él fue desobedecido desde el principio de la Creación por los primeros habitantes de la tierra y así sin solución de continuidad. De nada sirvió el diluvio en tiempos del patriarca Noé, hombre justo que mereció la mirada del Señor, junto a esposa e hijos. Pasó el fenómeno meteorológico quizás el más grave de la historia, Noé y su familia bajó a tierra, comenzó la lenta pero prolífica tarea de poblarla nuevamente, hubo cientos o miles de inmediatos herederos.
Pero en vano sería semejante determinación, el hombre comenzó a poblar nuevamente la tierra y volvió a las andadas.
Así fue transcurriendo el tiempo y desgraciados sucesos empañaron lo que tendría que haber sido una apacible vida. La permanente provocación al Creador con una insolencia más indolencia y otras condiciones que derivan del mal, obligó al Señor, harto ya de tanta falta de respeto aún al sacrificio que a modo de símbolo fue hecho por su unigénito y primogénito hijo,otorgarle el libre albedrío con la condición que en caso de optar por la maldad, algún día deberían rendir cuentas al Tribunal Supremo de la otra dimensión, de su conducta.
Por más que alguien se empeñe en no reconocer tal propuesta, lo cierto es que se descuenta hay dos marcadas diferencias: la bondad y la maldad. ¿Quién puede tener dudas al respecto?
Y hoy lamentablemente estamos entremezclados entre unos pocos que pensamos ligeramente asombrados como el hombre va mutando rápidamente en su comportamiento. Por un lado en la doctrina cristiana hay una importante mención respecto de lo que sobrevendría al  mundo de seguir con la tesitura de  enancarse con el Diablo; téngase en cuenta que el libro sagrado que se llama Biblia, fue escrito hace miles de años y desde entonces el hombre no quiere entrar por la variante que significa no involucrarse en la ética, la moral y las buenas costumbres. Así estamos: quizás la falta de una seria y severa docencia por parte de los encargados de conducir
adecuadamente al rebaño de seguidores, hace que el hombre adopte lo que más le conviene sin pensar en el mal que hace a sus congéneres. Es común observar entonces
una cadena infame de actitudes dañinas como la ingratitud, la hipocresía, el cinismo, la falta de compromiso, la disolución de la familia, etc. ha calado hondo en la mayoría de la sociedad perjudicando a aquellos seres que respetan a ultranza la ética, la moral y las buenas costumbres. Una cita bíblica cuya antigüedad se remonta a miles de siglos, ya profetizaba la cadencia indiscutible de una conducta proba en todos los aspectos. Iluminados quienes escribieron la doctrina cristiana, anticipándose a lo que hoy observamos impávidos: una conducta deleznable y ruin. No escuchamos un mea culpa frente a las actitudes que colisionan con la gente de bien., Timoteo 3: 1 al 5 del Nuevo Testamento.
¿Amor al prójimo? Qué obligación tengo dirán algunos, bastante tengo con lo mío como para ocuparme de los otros.
En uno de los párrafos anteriores cité tres nefastas condiciones, a saber: hipocresía,  cinismo e ingratitud.
Hipocresía: Fingimiento de sentimientos, ideas y cualidades, generalmente positivos contrarios a los que se experimentan.
Cinismo: desvergüenza o descaro en el mentir o en la defensa y práctica de las actitudes reprochables.
Ingratitud: desagradecimiento, falta de reconocimiento de los favores recibidos.
Este cúmulo de condiciones negativas, no resiste el menos análisis, toda vez que el hombre no vacila en tomarlo para sí en claro detrimento del prójimo. Esto supone un comportamiento reñido con la moral, la ética y las buenas costumbres. Pero tendremos que admitir que gran parte de la sociedad está carente de docencia, ya que no cunden los buenos ejemplos, esporádicamente encontramos a alguien sumamente solidario al que deberíamos tomarle una fotografía. Ni en los estamentos religiosos ni en otras entidades que dicen enarbolar la bandera del compromiso, se hace hincapié en el comportamiento con el otro, tal pareciera a la luz de lo que vemos además en los medios televisivos y mucho por parte de energúmenos que se dicen cronistas de espectáculos como así también y la caterva de analistas políticos que solo sirven para lanzar toxinas al aire contaminando y dicho en buen romance el ambiente, lo que a muchos les obliga a decir: para lo que hay que ver. Aberrante verdad. Quizás y ojalá que sea pronto, se revierta esta situación que se constituye en un gran negocio para siniestras corporaciones que pretenden lograr y lo consiguen un vasto rosario de anunciantes y televidentes que gozan y se alimentan estos últimos al mejor estilo masoquista.
Bien, por estas alturas, creo haber echado una amplia mirada a la conducta del hombre, también llamado comportamiento humano.

OSCAR
Rosario, Provincia de Santa Fe.-Aegentina – 26.04.2018



viernes, 11 de mayo de 2018


EL COMPORTAMIENTO HUMANO.

*Menuda cuestión la que quiero abordar, habida cuenta de que el comportamiento humano actual da mucha tela para cortar. No es para menos, hay una acabada demostración de falta de escrúpulos que verdaderamente aterra, el libre albedrío otorgado por el Creador harto ya de tratar de mostrar al hombre cómo debía de comportarse, le otorgó la posibilidad de elegir conforme le parecía, pero haciéndose cargo de las consecuencias le acarrearía optar por la condición del mal.
A la luz de lo que vemos a diario sí, dije bien, vemos, toda vez que el hombre se muestra abiertamente con una falta total de escrúpulos, quiero decir que haciendo gala de una indiferencia total y absoluta, obra conforme cree que procede bien. Está un poco bastante emparentado con el egoísmo y el qué me importa.
De ninguna manera vivimos aislados, formamos una sociedad, nos debemos invariablemente unos a otros ya que no vivimos aislados.
A pesar de las formidables enseñanzas de la doctrina cristiana, la falta de docencia por parte de los administradores vicarios de Cristo, ha determinado fehacientemente que los “creyentes” hacen oídos sordos a lo que oportunamente les fuera expuesto. La hipocresía, el cinismo la ingratitud y otras versiones que derivan del mal, ha hecho trizas la ética, la moral y las buenas costumbres. No se trata de ser agorero ni escéptico, la realidad salta a la vista. La pregunta del millón: a qué asisten a los templos, a las caminatas que imponen la realización de un soberbio e inútil esfuerzo, si después se visten de corderos siendo lobos rapaces.
Es penoso observar y sentir en carne propia la daga invisible pero cortante de los integrantes de las huestes del mal.
Recordemos al legendario Lot del Antiguo Testamento, cuando pregunta al ángel destructor de Sodoma y Gomorra, si encontraba determinada cantidad de justos la iría a destruir, a cada cantidad menor respondía que no hasta llegar a uno, diciendo: si encuentro un solo justo no la voy a destruir. Se ve que fuera de Lot y su familia, no había ni uno solo, procediendo días después a destruirla. Sabemos que la inveterada práctica de la homosexualidad nace precisamente en Sodoma y Gomorra: de ahí la sodomía.
Concretamente el ángel destructor no halló ningún justo, claro que no hay regla sin excepción, sabemos que verdaderamente hay almas piadosas, las menos.
-Del Apocalipsis o Revelación nadie habla, pero a partir de su publicación, algunos creyentes están convencidos de una primera y algo pequeña pero grave versión habría comenzado en el año 1914 cuando toma efecto la primera guerra mundial. Después sobrevendría otra mucho más grave, la 2da. Ambas por mano de hombre, pero hasta la destrucción total conforme el sueño del Apóstol Juan, falta precisamente la más grave.
-Algo inentendible: algunas creencias sostienen que el Creador no desea ver destruido al mundo. ¿Y entonces la visión del apóstol? Si bien se dice que el Señor, solo desea limpiar la tierra de los demonizados junto al mentor del mal, Juan no hace referencia a tal acontecimiento, es decir podría quedar a modo de símbolo, que el final contemplaría la permanencia en un supuesto paraíso terrenal poblado precisamente por los justos.
En la antigüedad, los filósofos griegos y más adelante otros, determinaron en sus exposiciones, como debía ser la conducta del hombre, parafraseando de algún modo las enseñanzas de la maravillosa doctrina cristiana.
¿Doctrina cristiana dije? ¿Qué es eso dirán muchos, donde lo encontraste escrito? Muchos no saben que es la Biblia, otros dicen tener una pero no saben dónde está y si la encuentran, sus tapas están cubiertas de polvo, señal que nunca la ha tenido en sus manos, otras yacen en los anaqueles dispuestos para la colección de libros a leer o leídos.
Es cierto e indiscutible que la colisión entre el hombre y el propósito de Dios data de miles de años, él fue desobedecido desde el principio de la Creación por los primeros habitantes de la tierra y así sin solución de continuidad. De nada sirvió el diluvio en tiempos del patriarca Noé, hombre justo que mereció la mirada del Señor, junto a esposa e hijos. Pasó el fenómeno meteorológico quizás el más grave de la historia, Noé y su familia bajó a tierra, comenzó la lenta pero prolífica tarea de poblarla nuevamente, hubo cientos o miles de inmediatos herederos.
Pero en vano sería semejante determinación, el hombre comenzó a poblar nuevamente la tierra y volvió a las andadas.
Así fue transcurriendo el tiempo y desgraciados sucesos empañaron lo que tendría que haber sido una apacible vida. La permanente provocación al Creador con una insolencia más indolencia y otras condiciones que derivan del mal, obligó al Señor, harto ya de tanta falta de respeto aún al sacrificio que a modo de símbolo fue hecho por su unigénito y primogénito hijo, otorgarle el libre albedrío con la condición que en caso de optar por la maldad, algún día deberían rendir cuentas al Tribunal Supremo de la otra dimensión, de su conducta.
Por más que alguien se empeñe en no reconocer tal propuesta, lo cierto es que se descuenta hay dos marcadas diferencias: la bondad y la maldad. ¿Quién puede tener dudas al respecto?
Y hoy lamentablemente estamos entremezclados entre unos pocos que pensamos ligeramente asombrados como el hombre va mutando rápidamente en su comportamiento. Por un lado en la doctrina cristiana hay una importante mención respecto de lo que sobrevendría al  mundo de seguir con la tesitura de  enancarse con el Diablo; téngase en cuenta que el libro sagrado que se llama Biblia, fue escrito hace miles de años y desde entonces el hombre no quiere entrar por la variante que significa no involucrarse en la ética, la moral y las buenas costumbres. Así estamos: quizás la falta de una seria y severa docencia por parte de los encargados de conducir adecuadamente al rebaño de seguidores, hace que el hombre adopte lo que más le conviene sin pensar en el mal que hace a sus congéneres. Es común observar entonces una cadena infame de actitudes dañinas como la ingratitud, la hipocresía, el cinismo, la falta de compromiso, la disolución de la familia, etc. ha calado hondo en la mayoría de la sociedad perjudicando a aquellos seres que respetan a ultranza la ética, la moral y las buenas costumbres. Una cita bíblica cuya antigüedad se remonta a miles de siglos, ya profetizaba la cadencia indiscutible de una conducta proba en todos los aspectos. Iluminados quienes escribieron la doctrina cristiana, anticipándose a lo que hoy observamos impávidos: una conducta deleznable y ruin. No escuchamos un mea culpa frente a las actitudes que colisionan con la gente de bien., Timoteo 3: 1 al 5 del Nuevo Testamento.
¿Amor al prójimo? Qué obligación tengo dirán algunos, bastante tengo con lo mío como para ocuparme de los otros.
En uno de los párrafos anteriores cité tres nefastas condiciones, a saber: hipocresía,  cinismo e ingratitud.
Hipocresía: Fingimiento de sentimientos, ideas y cualidades, generalmente positivos contrarios a los que se experimentan.
Cinismo: desvergüenza o descaro en el mentir o en la defensa y práctica de las actitudes reprochables.
Ingratitud: desagradecimiento, falta de reconocimiento de los favores recibidos.
Este cúmulo de condiciones negativas, no resiste el menos análisis, toda vez que el hombre no vacila en tomarlo para sí en claro detrimento del prójimo. Esto supone un comportamiento reñido con la moral, la ética y las buenas costumbres. Pero tendremos que admitir que gran parte de la sociedad está carente de docencia, ya que no cunden los buenos ejemplos, esporádicamente encontramos a alguien sumamente solidario al que deberíamos tomarle una fotografía. Ni en los estamentos religiosos ni en otras entidades que dicen enarbolar la bandera del compromiso, se hace hincapié en el comportamiento con el otro, tal pareciera a la luz de lo que vemos además en los medios televisivos y mucho por parte de energúmenos que se dicen cronistas de espectáculos como así también y la caterva de analistas políticos que solo sirven para lanzar toxinas al aire contaminando y dicho en buen romance el ambiente, lo que a muchos les obliga a decir: para lo que hay que ver. Aberrante verdad. Quizás y ojalá que sea pronto, se revierta esta situación que se constituye en un gran negocio para siniestras corporaciones que pretenden lograr y lo consiguen un vasto rosario de anunciantes y televidentes que gozan y se alimentan estos últimos al mejor estilo masoquista.
Bien, por estas alturas, creo haber echado una amplia mirada a la conducta del hombre, también llamado comportamiento humano.

OSCAR
Rosario, Provincia de Santa Fe
Argentina – 10.04.2018.