ANIMALES DOMÉSTICOS- MASCOTAS
Cómo no dedicarles un particular
espacio a esta especie tan enraizada en la vida del hombre.
A modo de prólogo o su continuación, diré que no hace demasiado
tiempo, se ha puesto en boga aquello de que la mascota, era imprescindible en
la crianza de los niños pequeños.
No voy a poner en duda este aserto,
carezco de capacidad científica para hacerlo.
Pero es una verdad, no la mía, que
el animal doméstico particularmente el perro se constituye dentro de un hogar
en cuasi un integrante de la familia.
Todo aquel que posee o ha poseído
uno, puede dar fe de lo que este animal noble como el que más, fiel, guardián
gran compañero, hace gala de un entendimiento poco común.
Reconoce al dueño aun cuando este
no ha entrado en su casa, pareciera que percibiera su presencia. Participa en
todo momento compartiendo con sus dueños en toda actividad que ellos realicen.
Conoce todos los movimientos de
cada integrante de la familia y en una situación anómala en más de una
oportunidad ha puesto o pone en aviso a aquellos.
Es el único que frente a un enojo o
reproche del dueño, o mueve la cola o se va a su hábitat y es como si no
hubiera pasado nada. Es tan fiel y cariñoso y no sabe de rencores con su dueño,
pero tiene memoria, si es que algún desconocido lo ha tratado mal o golpeado, es
ahí cuando muestra los dientes.
Hay canes para todos los gustos,
para caza, (triste destino el de él que tiene que señalar una presa, al
perverso cazador que lo hace por placer, para demostrar ante otros su habilidad
para estar emparentado con el demonio, quitar pequeñas o inocentes aves, solo
por el placer de descargar no solo su arma, sino también sus frustraciones. No
puede demostrarlo ante la sociedad, por inútil y lo quiere hacer demostrándolo
a través de una acción ruin y cruel.
También sabemos que existen perros
para trabajar en la nieve, para salvatajes, para arrastrar trineos.
Son innumerables los casos de estos
animales que se han constituido en verdaderos ejemplos de fidelidad y porque no
de amor. Quien no quiere a los animales no tiene el más mínimo rasgo de
sentimiento. Perdonen la comparación, es muy mía esta opinión: es un amigo que
nunca falla, es por eso tal vez que alguien haya dicho alguna vez: cuánto más
conozco a la gente más quiero a mi perro. De todos modos y tratándose de estos
animales de la especie de guardianes, dada su naturaleza, debe manejárselos con
sumo cuidado, por el tipo de reacción que suelen poseer. Entonces, ahí el
animal reacciona según su instinto. Por otra parte, todo aquel que haga un
análisis respecto de la conducta humana, ojalá pueda convenir conmigo que no
incluyo a todos, que el amigo da un traspié y nos deja con cierto grado de
decepción.
Inevitablemente, el hombre ya desde
niño va buscando un amigo con la afinidad propia que conlleva esa relación,
tampoco, las amistades son duraderas, por una u otra razón se acaban, aunque
haya pasado bastante tiempo. Si, el inevitable rosario de etapas por las cuales
transita el hombre.
En cambio, el can con una vida que
aproximadamente dura término medio, unos quince años, “nos falla” dejándonos
con una increíble tristeza que amerita elaborar el pertinente duelo ya que es
una notable pérdida. Particular si se quiere.
Piense alguno lo que mejor le
parezca, creo que todos los sentimientos no son iguales. A pesar de todo, siempre
habrá una mención, un recuerdo. A no olvidarse que son como las especies
vegetales: tienen vida, otro resultado de la Creación.
Se conocen algunas
historias como la del perro declarado ciudadano ilustre en el Chaco- Argentina.
No había reunión donde él no estuviera presente y bien visible. Cuando dejó
este mundo, la ciudad hizo construir un monolito. ¡Qué ejemplo¡ de amor hacia
algo tan simple entre él y los pobladores.
Particularmente conozco el
caso del “negro”, un perro común sin pedigrí que vivía con su dueño, un
pescador a orillas del Río Paraná, precisamente en esta Ciudad de Rosario, en
Argentina. Un día el hombre se siente enfermo y en la procura de recibir
asistencia médica, se encamina junto a su fiel amigo, hacia un nosocomio no muy
distante de donde residía. Ingresaron hasta la sala de guardia, enfermo y
animal. El can siempre a su lado, no fue sacado afuera por el personal de
custodia entendiendo que él sufriría. El can de pie sigue aguardando. Pasado en
tiempo dentro del consultorio, el negro seguía esperando. Luego en una camilla,
el enfermo es trasladado a internación.
Y oh. ¡Increíble! el amigo
se quedó sentado frente al ascensor en el cual su dueño había sido transportado
y así durante días. El hombre al poco tiempo fallece, el perro quizás
imaginando lo peor, cuando llegaba la noche, ingresaba al ascensor portador de
su amo y enroscado en un rincón se quedaba durmiendo sin que se sintiera
molesto por quienes usaban el montacargas y así toda la noche hasta que llegaba
el día y se dedicaba a jugar con otros de su especie. Siempre recibía alimentos
de la cocina y si sufría algún rasguño era atendido por el personal de
enfermería.
Algunos del personal
quisieron llevarlo a la casa pero el animal se resistía y había que devolverlo
indefectiblemente al hospital. Al parecer quedó en algún lugar y nunca más se
supo de él.
Otro caso emblemático y de
reciente data: apenas zarpa el ARA. San Juan, un perro llamado Comando cuya
dueña era la Teniente de Corbeta Eliana Krauczyk y formaba parte de la tripulación,
se arrojó un tanto a las aguas quizás tratando de acompañarla, pero pronto la
nave se sumergió y el animal volvió a la base donde hoy se lo ve esperando el
regreso de su dueña quien desgraciadamente yace entre los hierros retorcidos
del navío. ¡Triste verdad!
Ojalá los hombres
manifestásemos los mismos sentimientos- por lo menos la gran mayoría- Pero…el
inevitable pero que pone reparos al comportamiento humano.
También los niños gustan
de otras mascotas, conejos, hámsters, tortugas o gatos. Cada uno tiene sus
encantos.
En la generalidad se ve a
niños junto a perros, en ilustraciones con mensajes o travesuras donde se
destacan la fidelidad, el amor y por qué no la inteligencia. Nada menos.
El noble animal que ocupa
la mayor parte de esta obra, en todas las épocas tuvo no solo en la casa de los
dueños un relevante lugar.
Como mencioné, algunas
versiones y sus capacidades, debo decir que constituían un blasón en personajes
de la nobleza y en apreciable cantidad, acompañaban a los carruajes, una parte
entre las patas de los equinos. Era por entonces una nota distinguida. Perros
para salvataje en la nieve, otros en calidad de lazarillos acompañando a no
videntes, perros buscadores de droga, de personas atrapadas entre escombros,
etc. Quien no recuerda a aquel cantante centroamericano, José Feliciano- no
vidente él- con su animal junto al micrófono. O Xavier Cugat dirigiendo su
orquesta tropical con un perro pequinés debajo de unos de sus brazos.
Otros ejemplos de
inmoralidad y sentimientos fueron aquellos animales a quienes les ataban una
ristra de explosivos, los guiaban hasta muy cerca del frente enemigo en ocasión
de las contiendas bélicas…no queremos imaginar el final.
Profunda tristeza nos
embarga cuando nos abandona para dejar este mundo, un animalito que nos
acompañó generalmente por varios años.
Descuento que a casi todos
les acontecerá lo mismo. Es increíble además que haya
Gente insensible que los
abandona, dejándolos a la conmiseración de gente con sentido común.
Años ha, circuló por
correo electrónico un mail llamado: Crónica o diario de un perro, leerlo dan
ganas de llorar. Creo que alguien que abandonó al suyo se conmoverá de veras al
verlo.
Un regalo de la
Naturaleza, seámosle fiel como él lo es con nosotros.
OSCAR
Rosario, Pvcia. de Santa
Fe
Argentina – 22.11.2018.