jueves, 26 de abril de 2012

LA AGRESIVIDAD



-Menudo tema me he propuesto abordar.- Y vaya si tiene que ver con la conducta del hombre.-

-El mundo tiene mucha antigüedad, no es fácil distinguir si otrora existió en alguna etapa tal condición.- Consecuentemente, no queda otra alternativa que transitar lo contemporáneo y sobre lo que el tema aporta, mucha tela para cortar como habitualmente se dice.—Tiempo hace ya que la humanidad soporta un notable cambio en su comportamiento- salvando justicieramente las distancias.-

-Está establecido desde siempre las normas de convivencia que incuestionablemente tendrán su origen en las distintas creencias religiosas, con las excepciones a la regla.-

-No debe caber duda alguna respecto del discernimiento entre el bien y el mal lo que está en sintonía con el libre albedrío, nunca bien entendido, mejor dicho tomado para sí por quienes especulan desde siempre con el costado que más le conviene.-

-Conforme la historia, la agresividad ha estado y está en el ánimo de quienes de forma egoísta hacen uso y abuso de la ruptura de límites razonables de sentido común de respeto y consideración a sus semejantes, a su prójimo.- Una sentencia determina que el derecho de uno termina cuando comienza el de otro.- Al diablo con esa premisa.- Me resbalan todas esas elegantes demostraciones de gentileza y/o de educación, según los agresivos.- La carencia de sentimientos a la orden del día.- La intolerancia predomina por doquier.- El maltrato se hace notorio como la falta de paciencia y en el momento menos esperado estalla la ira.- Una ira que en más de una ocasión se traduce en hechos de violencia con diferentes resultados.- Invariablemente y frente a las distintas resultantes las consecuencias quedarán a la vista, odio rencor, sed de venganza que muchos señalan como pedido de justicia.-

-Los tiempos van cambiando, la personalidad de igual modo, el desenfreno no puede contenerse, la intempestiva reacción surge de inmediato y lo más grave es que esta se manifiesta lamentablemente en personas que abrazan doctrinas religiosas y están convencidas que sus obligaciones propias de todo supuesto fiel creyente, se agota simultáneamente con el cese del oficio religioso.- Para ellos o por lo menos para muchos, Dios solamente los está observando dentro del templo.- Entonces la pregunta de rigor se impone necesariamente: Qué tipo de enseñanza le deja el mensaje del predicador?.-

-Pienso y entiendo que no lo comprenden o no son convincentes.- Tantos ejemplos de la maldad del hombre se han mostrado desde siempre y de manera cruenta y contundente.- Innúmeras demostraciones de violencia derivada del afán del hombre en todos los niveles de gravedad, no han servido para contener las actitudes agresivas.-

-El devenir de los tiempos nos muestra un conjunto de posturas de desconsideración, de concretamente carencia de amor al prójimo.-

-Aún en el seno de la familia la falta de control se hace evidente, lentamente y como una enfermedad incurable se ha metido en la piel del sujeto que descaradamente pretende y casi siempre lo consigue, tomar al otro como objeto.-

-Triste es reconocer, que la agresividad se ha instalado y convertido en una bola de nieve que rueda y cada vez se hace más grande.- Comparación mediante.-

-Es notorio que las inevitables obligaciones comprometen aún y a gran escala, a los adultos mayores cada vez más involucrados en actividades que otrora no poseían.- Unido a la alteración por lo general del estado de salud, la inevitable concurrencia a especialidades médicas de diferente carácter, el magro ingreso de muchos de sus haberes jubilatorios, el costo de la terapia, la respuesta a desmedidas pretensiones de muchos hijos, el descaro proverbial de los dueños del poder de turno y otras demostraciones de falta de escrúpulos, de permanente información por parte de los medios en la difusión de hechos violentos, como también de espectáculos televisivos con profuso material de inmoralidad, amén de un lenguaje soez o procaz.- Los permanentes reclamos callejeros pretendiendo con razón o no, modificar su calidad de vida, determinan inexorablemente la aparición de constantes cuadros de agresividad.-

-Este mal ya se ha institucionalizado, ya forma parte del folclore de cada país, en algunos lugares con variantes o gravedad diferentes pero sin alejarse de lo que ya es una regla.-

-Es una verdadera pena, un literal despropósito que no se pueda convivir sin apelar a la ley de la selva, porque ya pareciera que no lo es de otra manera.-

-A nadie escapa que la agresividad forma parte de un conjunto de emociones que nacen con el hombre.- Naturalmente que esta tiene que saber lo que significa el desborde de esta cuestión.- Sin embargo y mirándolo simplemente se piensa que esta particular emoción es nociva cuando se sale de control, sube el trono de la protesta, dejando generalmente una desagradable imagen de intemperancia, pero es digno de señalar- no puede soslayarse- que una dosis de agresividad más de una vez es imprescindible para salvar un obstáculo dejando bien en claro que ha hecho uso de ella

de manera de atemperar el o los ánimos que se salen de madre con su embestida ante quién o quienes suponen débiles.-

-Es una lástima que la agresividad en algunos casos conlleve resentimiento que a veces supone un enojo irreversible.-

-Esta condición se ha instalado en la sociedad como una lacra pertinaz que ataca sin piedad, invade aún el seno del hogar y es así como vemos a diario que el maltrato que se ha convertido en una constante de la que no escapan siquiera, los miembros de la familia.- Violencia de género, por otra parte, un título en razón de todas las noticias y programas televisivos, ya está en conocimiento de todo el mundo.-

-El ser humano no puede sustraerse a esto que se ha constituido en flagelo, recibe y devuelve como efecto- ping-pong- o tenis de mesa, un término elegante sin dudas.-

-Se enoja, resiente, acumula iracundia y descarga contra todo aquel que se le ponga por delante.- Lo más triste que por lo general y si de desconocidos se trata, el agredido verbal o físicamente quedará resentido sin entender muchas veces lo sucedido.- Una referencia al desconocido quien tal vez no vea más y no tenga maneras de disculparse, sino es persona soberbia.- Distinto para el conocido, ya que si se lo propone, tiene la oportunidad del arrepentimiento y por añadidura la solicitud del perdón.-

-Naturalmente que esta condición no es nueva en el mundo.- Pero tendremos que convenir que ahora, el tiempo recientemente pasado y el de hoy nos cuenta como protagonistas directos.- Responsables o no.-

- Hasta aquí la resultante de la alteración de una condición emocional, pero habrá que echar una mirada a otras causas que la originan.- Anteriormente y en cierta medida me había referido a la gente mayor.-

-Toca el turno ahora a los de menor edad sometidos también a los detonantes de la agresividad.-

-Causas laborales: estrés a la vista.-

-Arrebatos de ira a consecuencia de problemas, económicos, vivienda, violencia, inseguridad, agresiones de terceros a familiares.- La masificación en la explosión o irrupción en las calles de desmesurados conductores de vehículos, sobre cada vez mayor cantidad de rodados en las calles.- Todo el mundo apurado, irritado, intolerante.- Matrimonios que abandonan el hogar para cumplir obligaciones de trabajo.- Llegar al hogar y resolver los problemas de los hijos, por otra parte inevitables.- Todo se traduce en agresividad.-

-Es incuestionable que en gran medida la paz no entra en el ánimo del hombre, quien cada día el afán y la ansiedad le hace sentir el peso de la preeminencia sobre la falta de amor.- Quiere siempre más y en esa desenfrenada carrera no tiene límites, vive exasperado aún con el subconsciente, como resultante no tiene paz, lo que lo lleva a alterar su humor con las consecuencias ya conocidas.-

-Lástima grande que la reconocida inteligencia del hombre queda literalmente superada por la pertinaz ceguera que lo conduce consecuentemente a la descarga de tensiones que se traducen sin dudas en agresividad.-

-Concluyendo, como de ordinario solo depende de nosotros.- Tenemos la gran oportunidad de ver el sol cada mañana, desarrollar tareas, caminar, reír, bailar y no tenemos sentido común de mirar hacia atrás o a nuestros costados, para así observar verdaderos motivos para quejarse.- Si nosotros contamos con las mejores posibilidades, de qué nos quejamos?.-

-Querido lector, a pensar y replantearse una verdadera calidad de vida.- Es así?.-





Rosario, Pvcia. De Santa Fe - Argentina



Oscar.- 25.04.2012.-



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