lunes, 22 de abril de 2013

LA TRISTEZA


*Tristeza: calidad de triste.-

*Triste: afligido, que tiene una pena.- Un tema que desde siempre se encuentra presente en la piel de todo ser humano.-
*Dada la inmensa cantidad de ejemplos, sería interminable determinarlos, amén de no conocérselos, salen a la luz algunos casos verdaderamente emblemáticos que  hicieron historia y calan hondo en lo más íntimo del corazón del hombre.-
*Muchas son también las razones que la historia da cuenta, siempre causales esgrimidas generalmente por aquellos que no han vacilado en generar aflicciones que impactan sobre el individuo, constituyéndose inequívocamente en una pena que inevitablemente acabe con él tarde o temprano.- Se da el caso también que la tristeza sea temporal.-
*Lo que no deja duda alguna por regla general, no más de  dos protagonistas son los que ocasionan una aflicción muchas veces de resonancia mayúscula.- Seres  humanos o la naturaleza misma son factores no excluyentes, condicionantes de  aflicciones.-
*Inevitable e invariablemente jamás se podrá eludir ser invadido por la tristeza.-
*La pérdida de un ser querido da la nota sensible por cierto, de una pena de singular relevancia.- Pena que costará un largo transcurrir para que se vea mitigado el inconmensurable dolor que lleva consigo.- Mitigado dije, no cerrada la herida que se ha abierto y es como aquellas que no habrán de cerrar jamás porque no hay medicina tradicional que la cicatrice.-
*No se avizora que las aflicciones bajen un cambio, según la jerga popular.- Todo lo contrario, acelerador a fondo y aquellos que les toque atravesar por situaciones de tal naturaleza tiene que aceptarlas, no puede evadirlas y como dije en un principio convivir con ellas acostumbrándose a que no hay opciones.- Los cuadros de tristeza, sin embargo no son todos invasivos en grado extremo y aunque parezca un contrasentido algunos son momentáneos, una despedida y un pronto retorno, lógicamente cuando se trata de alejarse un tiempo relativamente corto, aún a destinos quizás lejanos.-
*Infinidades de causas generan tristeza, pero también alegría, claro se me ocurre que al aparecer lo primero, lo segundo queda invalidado, eclipsado más allá que al que lo disfruta le haya proporcionado momentos felices.- Pareciera que la tristeza supone mayor relevancia que la alegría.-
*Nadie puede evitar las razones que le imponen atravesar situaciones aflictivas  y reitero que no escapan a ellas, son por un lado, como responsable todo aquel que con procedimientos censurables tiende a perjudicar a terceros.- En el otro caso, las que como llamamos destino, se encargan de  ensañar al ser humano ya sea por pérdida de seres queridos, fracasos en el orden  sentimental o enfermedades invalidantes, crónicas, etc.- La pérdida de trabajo y/o propiedad son por motivos varios, pero afligen o apenan inexorablemente.-
*Voy a dirigir ahora una mirada ya en forma directa a aquella clase que se cataloga como excluidos o marginados sociales.-
*Harto lamentable es, la increíble franja que ocupa este grupo en su gran mayoría y en las grandes urbes, asistidos económicamente por una modalidad no nueva pero que de ella hoy se hace uso y abuso, cual es la de otorgar subsidios por aquello o por lo otro, en lugar de disponer de auténticas medidas que propendan a la cultura del trabajo, como una forma digna de vivir.-Existe un grupo minoritario en el Norte y Noroeste del país, literalmente abandonado a su suerte.- No solamente tristeza causa ver a nuestros hermanos en semejante condición; otras sensaciones se asoman ante semejante cuadro de abandono.- A los que no se les mueve un pelo es a los dirigentes en general -  no se salva uno -  Es singularmente vergonzoso ver  a los poderosos tratar de acumular más como si fueran a vivir eternamente ellos y por extensión sus familias.- Para los facinerosos, poder incluido, no cuenta aquello de: dejad a los niños venir a mí, ni los derechos del niño ni lo otro de: en este país los únicos privilegiados son los niños.- Agrego: No permitáis que los políticos  y toda la clase dirigente se encaramen en los cargos les fueron regalados.- No a los derechos que éstos se arroguen.- Los privilegiados son éstos que en lugar de trabajar para sus representados, lo hacen para sí-  salvo las excepciones-  y allegados directos asegurándose un buen pasar para largo rato.- Eso sí que verdaderamente deja un sabor amargo mezcla de impotencia y tristeza a todo aquel que tiene corazón sensible y no de piedra.- Cuidado, les toca también a aquellos que se rasgan las vestiduras o se golpean el pecho arguyendo: yo creyente…Pero a quien siguen?.- Ya lo dicen las Escrituras: …no se puede servir a dos señores…..y creo que esto no resiste el menor análisis ya que es evidente y una muestra total de hipocresía.- Si arguyen que Dios está en todas partes, tendrán que tomar los recaudos necesarios para ocultarse cuando trabajan a favor del diablo.- Cuánta pena.- Otra; aflige de veras, apena en grado sumo observar como los apátridas de turno se venden al mejor postor “regalando” impunemente el patrimonio territorial a inversores extranjeros.-Alguno de éstos están explotando tierras y montañas vírgenes de la manera más ruin y artera, contaminando ferozmente el medio ambiente, destruyendo sin piedad el equilibrio ecológico.- Grave también que el poder local aliente a la justicia para moler a palos a todo aquel que ose poner piedras de tropiezo a todo intento o a hechos ya en marcha de extracciones de minerales a cielo abierto, tala indiscriminada de árboles y alteración sistemática de hábitos de vida, enfermedades, o enfermedades inducidas en forma indirecta e incluso un desarraigo con el agravante que ello supone.- Una pequeña réplica de la Campaña del Desierto, de lo que decía que había que erradicar las correrías de los aborígenes, aún cuando era público y notorio que muchos de ellos eran a su modo, personas tranquilas, que no se metían con nadie….los despojaron vergonzosamente de una generosa extensión de tierra que después eran repartidas entre “notables” para lucrar inescrupulosamente con ellas.-
*Cuánta tristeza verdad? Y no solo la de los afectados, sino también la de nosotros que aún de manera indirecta somos casi mudos testigos de tamaña carencia de piedad.- Sólo no padecen tristeza ni los jerarcas del poder político de turno, ni los sátrapas les son funcionales.- Una verdadera copia de aquel legendario Judas Iscariote, pero con diferencias sustanciales, una que son más treinta monedas las que reciben; otra, aquel ruin traidor  que se quito la vida, abrumado por haber sido protagonista de una incalificable traición, arrepentido sin dudas.-
*En mi opinión, la intervención sin moderación alguna del hombre es una condición sine-equanon que lo arrastra indiferentemente a ser protagonista principal de siniestras muestras de conductas lisa y llanamente irresponsables e indiferentes a todo tipo de sensibilidad.-
*El resto, bueno estamos convencidos que no depende ya del hombre.- La fuerza de un poder invisible determina el destino de la humanidad, para lo cual no hay antídoto ni terapias conducentes a su eliminación.-
*Tal vez algún día, otras generaciones asistirán a la hecatombe total, o a la posibilidad de vivir en plenitud y en donde la tristeza o sea un mal recuerdo o directamente no haya razones para conocerla y por ende sufrirla.-
*Conclusión: Qué pena y qué tristeza es pensar que de ella mucho tiene que ver el hombre.-

Oscar.-
Abril, 22 de 2013.-
Rosario, Pvcia. de Santa Fe.- Argentina.-

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