sábado, 1 de enero de 2011

JUVENTUD

Juventud divino tesoro te vas para no volver.-
Así comienzan unos hermosos versos que ya casi no se conocen.- Tienen su antigüedad, pero no por eso debieron haber quedado en el olvido, tal lo parece.-
Claro, la poesía….cuánto habría que hablar de ella; pero en cambio se ocupa el tiempo en todo aquello que la moda impone.- Bueno así estamos.-
Esta bella etapa, según una base científica estaría rondando entre los 16 y 26 años.-
Descontamos desde ya que prácticamente desde el comienzo de ese período, se va dando espacio a la formación biológica del individuo, podríamos agregar- es imprescindible- el inicio de la orientación vocacional que puede significar su realización como persona en el campo de las obligaciones insoslayables.-
Simultáneamente, se comienza a manifestar el cambio de carácter, es decir, un conjunto de modificaciones en su conducta a través de las cuales la personalidad se va perfilando progresivamente.- Independientemente de los parámetros normales y fuera de la edad establecida algunos sujetos por su naturaleza y conducta revelan que han alterado aquellos principios en un extremo o en otro.- De todas maneras y como una cuestión de lógica y nada más que de eso, la conducta del ser humano no debe transitar por caminos que no se correspondan con la racionalidad.- ya y no es reciente- solo que va en aumento. Han instalado códigos realmente a contramano de viejas costumbres.- Verbigracia: abandonar el hogar para irse a vivir “solos” porque en la casa se asfixian (tomado de expresiones juveniles y ahora).- Copia fiel de aberrantes programas televisivos, que pretenden demostrar que los de antes éramos alimentados a leche de higos (perdón).- Esto me retrotrae a una propaganda en almanaques, donde se veía a una mamá con una criatura sobre sus piernas, con la cola al aire, mientras recibía una paliza con la zapatilla de goma de conocida marca.- Se hacían respetar.- Le iban a decir me voy a vivir sola/o porque en casa no aguanto más.-
De todas maneras, se tendrá que admitir como algo natural, que el futuro es de los jóvenes, son ellos que tienen ahora el rol fundamental de encarar el tránsito




por la vida, conforme los hábitos del día de hoy.- Los tiempos modernos han determinado que los jóvenes han modelado su personalidad conforme al imperativo de la hora.-
Atrás, pero muy atrás quedaron conductas que nada tienen que ver con la forma de pensar de generaciones que nos precedieron.- En un trabajo de mi autoría que lleva como título “El vicio”, planteo descarnadamente la nueva forma de pensar de las generaciones emergentes de la pos-guerra.- Desde luego que comienza y, de forma parsimoniosa se va introduciendo en la sociedad demostrando su capacidad para encarar nuevas maneras de pensar y obrar, que para nada se corresponden con diversas actitudes filosóficas con anterioridad a la última conflagración mundial.- En suma, un antes y un después definido objetivamente y de manera tal que no quede duda alguna.- Los mayores estamos cumpliendo dentro de los cánones normales con aquello que se corresponde con la edad que se tiene.- Ha pasado el tiempo, se han ido quemando etapas a través de las obligaciones que razonablemente debe enfrentar el hombre.- La edad está íntimamente ligada a aquellas.- No es una verdad de Perogrullo, viviendo se adquiere experiencia.- Cada uno aprenderá y la aplicará conforme las circunstancias.- Se pueden conocer cosas a través de la lectura, los viajes, el trato con lo más granado de cualquier disciplina, pero el haber vivido, sentido el contacto con congéneres en sus distintas etapas, permite al menos avisado ir recogiendo una cantidad de conocimientos, sensaciones y acciones que amerita la ocupación de buena parte de la vida.- Hay excepciones, casos de personas que vivieron o viven mucho tiempo pero como si nada, tal pareciera que todo le resbala, son realmente inanimados.-
Vamos reflejando lentamente las diferencias que cada etapa otorga o demuestra.-
Los mayores nos encontramos en condiciones de opinar, particularmente porque hemos sentido en carne propia la convivencia, primero con la familia, luego con la sociedad y atravesando el período de juventud claro está.- Algunos para rescatar….pero con cierta liviandad…mentes muy especiales y de jóvenes que han indagado en manuales con rigor científico, pueden opinar respecto de la conducta del hombre en distintas etapas, no de la vida precisamente, sino de diversas situaciones que acontecieron en tiempo y lugar.- Pero el calor de haberlo vivido, aunque sea naturalmente un tiempo, releva de todo otro comentario que se haga al respecto.- Los tiempos modernos nos permiten, estando por una u otra causa, con la juventud, constatando aún con asombro


que el trasvasamiento generacional, está ya de algunos años marcando pautas que muchas veces entraron y entran en colisión con principios éticos y morales.-
Claro que ellos son los que comienzan con ciertas actitudes a marcar el compás de una vorágine que avanza a pasos agigantados y con un desparpajo y falta de vergüenza y respeto total que colma poco a poco nuestra capacidad de asombro.- Obvio de señalar las excepciones a la regla, que las hay, con los que no podemos medir a todos con la misma vara.-
Los que nacimos primero y vivimos otra época, fuimos educados en otros medios, con otra filosofía Nuestro tiempo estuvo caracterizado en su mayoría por hábitos. - Más allá de las excepciones a la regla- que armonizaban, primero con la familia, luego con la sociedad.-
Lo más significativo en los tiempos modernos, se caracteriza principalmente por criterios que sistemáticamente van comprendiendo y comprometiendo a la familia, muy a pesar de que el trago amargo no es fácil de digerir.-
Pero como digo en otros trabajos, a fuerza de ser común se transforma en normal.-
Quiere decir que ya la nueva modalidad se instala en la familia, en la sociedad toda.- Guste o no guste a los mayores, nosotros hoy somos considerados como ingenuos, como atados a viejas costumbres y un modo de seguir por verticalidad otros hábitos propios de culturas de la reprensión, del respeto inalienable en el marco fundamental de la familia.-.
Probablemente esta exposición provoque rechazos entre aquellos a los que va dirigido este discurso.- Lo que acá se refleja no es un invento, es una realidad que no admite discusiones, no se ha fantaseado con imaginaciones, ni tampoco en un formador de opinión como los tantos que hoy pululan en los medios tratando de imponer opiniones muy personales.- Sueños o expresiones de deseos, creíbles o no, pero con una dialéctica que no estaría alejada de pretensiones de carácter personal.-
Esto en cambio, no obedece de manera alguna a versiones propias del boca a boca que como bien sabemos terminan deformándose en su esencia.- Muy a pesar nuestro, es una realidad que ya está pisando fuerte y la que guste o no, tenemos que aceptar.-
Valga una lógica matemática: los jóvenes son mayoría, vitales, soñadores, están llamados a conquistar el mundo.- A los más mayores, ya poco camino nos queda para recorrer.- En síntesis, para sobrevivir, en una palabra, depender.-



Ellos, en función del ida y vuelta ni quisieran imaginar como les irá con los hijos.-
La educación de los hijos por nuestra parte, estuvo generalmente bien orientada, con un estilo, proveniente de nuestros ancestros, éstos con una formación muchas veces originada en otros países.- Nuestra cultura nueva en fin, en su momento recibió aportes de aquellos.-
Grandes cambios que tienen su origen en culturas de países adelantados en todo el sentido de la palabra, se fueron incorporando en nuestra sociedad.- Desde sus comienzos generadas por los jóvenes.- Veamos un poco algunas razones: nuevos hábitos por parte de los titulares de la familia, dejaron un profundo bache en buena parte de esta sociedad.-
La modalidad, en todo caso la cultura del trabajo y por distintas razones, comprometió literalmente al grupo familiar; este se ha visto y se ve hoy más que nunca, como se va disgregando.-
Ya desde pequeños, alejados de sus progenitores buena parte del día, van creando sistemáticamente una lamentable independencia.-
Los padres, mentalizados a pleno respecto de los nuevos hábitos admiten este estado de cosas.-
Aunque parezca propio del Créase o no de Ripley, las cosas están así planteadas, viendo con buenos ojos, casi como una necesidad que los hijos vayan tomando contacto con la sociedad aún desde pequeños, aunque con cierta dependencia de quienes- de afuera- los tienen a su cargo mientras que sus progenitores, fuera del hogar están abocados a las obligaciones que se han impuesto (ya sabemos cuales).-
En consecuencia, en una forma de tamiz, los niños se van educando ya un poco con criterio de libertad.- Imagínense cuando ya alcanzan la edad para decidir, se van hacia delante con todo.- Tratan y lo consiguen, de imponer modalidades que hubieran causado un escándalo allá por los viejos tiempos.- Muchos y muy jóvenes se van del hogar, particularmente mujeres, alegando asfixiarse en su propio hogar.-
Abandono del hogar para convivir generalmente con personas del sexo opuesto.-



Lo que es más grave aún, a veces, emerge el impensado vástago, lo que los obliga a refugiarse en el hogar que un día dejaron…ya no hay asfixia, hay salvataje.-
Así los padres se ven obligados a sostener no a uno, el asfixiado, sino a la inocente criatura, amén del avenido a progenitor, más de una vez no un dechado de virtudes precisamente, vaya paradoja.-
Como corolario: desvergüenza, insensatez, y necia opinión que en más de una oportunidad tienen respecto de los mayores.-
Frente a la verdad, y según una sentencia bien castiza: al que le quepa el sayo que se lo ponga.-

OSCAR - 31.12.2010.-

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