domingo, 30 de enero de 2011

MEDICINA y MÉDICOS

Como de ordinario habré de abordar este caracterizado y armónico conjunto que bien merece rendir el homenaje que su razón lleva implícita.-
Por un lado la medicina como ciencia y arte aplicadas al estudio de la vida, la salud, las enfermedades y la mente del ser humano, ejerciendo tal conocimiento técnico para mantenimiento y recuperación de la salud, puestos al servicio del diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades.- Apoyada por la enfermería, la fisioterapia y la farmacia.-
Desde tiempo inmemorial se apeló aún con métodos rudimentarios, con limitaciones que diversas culturas, incluso la religiosa, hacían prevalecer ante los primeros practicantes de dicha disciplina, a su práctica
Su imposición estuvo severamente controlada por entenderse que una invasión al cuerpo humano por parte de elementos con pretensión de curativos, acarrearía un sinnúmero de inconvenientes incluso, como forma de atentado a principios religiosos que no podían ser agredidos.-
El paso de los años vino a predisponer el ánimo de escépticos, ya sea a favor o en contra hasta que finalmente primó la cordura y se impuso la razón.- La carencia de técnicas avanzadas, contribuía generosamente a aquella aversión.-
Ya y conforme al rico historial, en los viejos tiempos, lesiones de riesgo menor según hoy implicaban episodios que aceleraban el término de habitación en la tierra, de muchos seres que, sin remedio tenían que partir.- Agreguemos el muy bajo promedio de vida que la situación imponía.-
Hasta aquí una muy breve reseña de esta monumental disciplina; algo de aquella tomado de cierta bibliografía, otro poco una apreciación de tipo personal imaginando la época de su comienzo, una cultura notablemente diferente a la filosofía moderna.-
Ahora bien, la curación de un enfermo no podía quedar sometida al alegre uso de tal o cualquier elemento proveniente de vegetales, minerales o animales y a cargo de cualquier hijo de vecino.- Magos, curanderos, en fin una serie de personajes a los cuales se apelaba para intentar el restablecimiento de la salud o el tratamiento de heridas y/o traumatismos varios, lesiones leves o graves; en ellas tenían injerencia estos individuos reverenciados de una manera increíble.-
Y aquí la otra parte, era menester normalizar, reglar u ordenar la práctica de la medicina.- Inteligentemente y en orden general, se pensó en acudir a personas que se dedicasen específicamente a esa tarea.- Al comienzo se dejó bien en claro la razón de ser de la medicina; pero había que llevar a la práctica concienzudamente esa tarea.-
Quiero creer que ante la carencia de elementos técnicos específicos, la tarea de normar esa actividad no era nada fácil.- Descuento todas las dificultades que hubo que sortear para su aplicación.-
Consecuentemente, aparecen los primeros profesionales del arte de curar, especializados en mantener y/o recuperar la salud mediante el estudio, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad o lesión del paciente.-
Menuda labor la de este profesional, comenzando por el rigor de los estudios y los trabajos prácticos.- Se necesita, creo, tener un temple muy particular para ir adaptándose paulatinamente a las obligaciones que la profesión impone.- Supongo desde una óptica muy


particular, la inmensa preocupación de la mayoría de ellos respecto de la conducta a seguir para cada caso.-
Un diagnóstico acertado, amén de la terapia a utilizar para arribar a feliz término.- Después, de tratarse de tratamientos prolongados, operar la continuidad o el seguimiento del paciente para constatar el grado de evolución de la enfermedad o lesión.-
Descuento que el profesional consciente sin más muchas veces pendiente de las condiciones de salud de los enfermos.- No quiero ni pensar, en aquellos casos que la muerte sorprende al enfermo, las reacciones del médico tratante a veces sorprendido por el cariz o desenlace impensado.- Tal vez lo mortifique el fracaso ante la partida de un enfermo a sabiendas que el carácter de la enfermedad no tiene retorno.-
Imagino la mirada expectante de pacientes y familiares que aguardan esperanzados que el facultativo interviniente lleve a efecto una labor adecuada a las circunstancias.- Esa mirada inquisidora, ese ruego, el alivio que le significa la presencia de su médico, imaginándolo su ángel guardián.- Me parece que todo esto quedará grabado por mucho tiempo - inolvidable - en la retina del profesional, amén de sus voces.- Desde la óptica de lo sentimental, no me agrada, se me ocurre de mal gusto, aquello de que el médico ya está acostumbrado a este tipo de resultados y que los éxitos eclipsan los fracasos.-
Reconozcamos que es cuestión de sentimientos y frente a la personalidad de cada uno, las reacciones tal vez no sean iguales entre ellos.-
Para el ejercicio de la medicina debe primar, como en otras disciplinas, una importante dosis de vocación de servicio entendiéndose que no pueden existir comparaciones entre unos y otros.-Esta debe mensurarse conforme su esencia.- No voy a entrar , por descontado - en disquisiciones rebatibles en grado sumo.- Médico se es por vocación o por imposición.-
Descontado se da en el primero de los casos.- En el segundo y, entiendo que tal vez no se dé en los tiempos modernos, la decisión de poseer un hijo médico partía de los propios padres, no creo que a la fuerza, pero si apelando al convencimiento o a la persuasión alegando que la obtención de un título de esa especialidad colmaría con creces sus expectativas.- Así se ha escuchado.-.
Se conocen algunos ejemplos, notorios por cierto y muy pocos, de médicos que por su capacidad y humildad marcaron todo un estilo paradigmático.-
Dicho en buen romance hay que separa la paja del trigo.- Porque?.- Se da un fenómeno por lo menos por estos lares, de profesionales que en calidad de estudiantes bregaban incesantemente por la consecución de una disciplina que funcionara en beneficio del pueblo, filosofías asociadas las más de las veces a doctrinas con sabor a eufemismo antes que a realidad puntual.- Digamos teorías provenientes de países de neto corte socialista para las masas, pero no para sus cultores.-
En el ejercicio de la profesión y no es una verdad de Perogrullo, están las más diversas actitudes.- Todo aquel que esté bien parado (por decirlo de algún modo) podrá dar fe de que esto, que va más allá de una opinión, es rigurosamente cierto.- Una mención muy típica años ha: estos cultores de la defensa a ultranza de una medicina para el pueblo, refleja que: “se subían al caballo por la izquierda y se bajaban por la derecha”…a buen entendedor…
Está el profesional que prácticamente y por decirlo de algún modo, entregado apasionadamente a su profesión ha hecho y hace denodados esfuerzos para cumplimentar su labor.- Cerremos los ojos e imaginemos aquellas legendarias figuras de la antigüedad en zonas rurales o de montaña, desafiando las distancias, las inclemencias del tiempo, a la hora que fuese, de a pie, a caballo o en algún carruaje; algún tiempo después, también en bicicleta en función de atender una necesidad y no por actitudes caprichosas por cierto.- Leyendo a ese gran autor que fue A.J.Cronin en sus referencias a la labor del médico de aquellas zona y época, pretendemos hacernos una pertinente composición de lugar imaginando las vicisitudes por las cuales tuvieron que atravesar esos generalmente humildes médicos.-

No podía dejar de reconocer muy especialmente- ya en los tiempos modernos - a un Señor de la Medicina, vaya eminencia él.- Como profesional, como persona.- Las notas que dejó, conmovedoras sin igual, dan acabadas muestras de la desazón que le causaba la falta de consideración y respeto por parte de la autoridad gubernamental de turno.-
Repugna pensar en semejante afrenta, si hasta se le pidió, por parte de los que roban para la corona, como se les denomina, a cambio de percibir una importante deuda en concepto de prestaciones, una bonificación de envergadura; sino accedía no cobraba, según se dice, su ética y hombría de bien no se lo permitió; conclusiones: no recibió un centavo.- Hay crónicas al respecto.-
Si de comparar se trata, habrá que reconocer aunque ello cueste, que paradójicamente recibió más muestras de reconocimiento fuera del país.- Deplora Favoloro y de él se trata, que en Francia recibió una condecoración, el único representante argentino a nivel gobierno fue un empleado de nuestra embajada y de una baja categoría.- Desvergonzados…Una vez más aquello de que nadie es profeta en su tierra.- Lástima que ese nadie era eso para la mente obtusa y el corazón de piedra de aquellos que tenía la responsabilidad de no permitir que a este gran hombre le saliera el tiro del final.- Descanse en paz, Profesor.- Aquellos que tenemos sentido común no lo olvidaremos.-
Otro notable caso: hace no mucho tiempo, se destacó la figura de un médico, en forma liviana, grosera, descuidada por los medios, del Dr. Maradona - vaya ejemplo de bajo perfil - radicado en un pueblucho del Noroeste argentino y viajando en tren hacia Buenos Aires, fue requerido para atender a un enfermo en una de las paupérrimas localidades del recorrido.- Allí entre lugareños de muy baja condición social, casi aborígenes ejerció la medicina con los escasos o nulos elementos con que se contaba.- Anciano ya, recala en Rosario donde fallece, sin los honores siquiera de los que aparecen para la fotografía.- Triste paradoja, con semejante apellido este hombre no “vendía”, no dejaba rédito alguno a las arcas de la voracidad periodística.- Por otra parte, no ha sido noticia si es que la organización de sus pares le confirió el reconocimiento de rigor.- Tanto aquellos como éstos, quizás lo habrán tildado de mano santa diplomado?.- Si así fuera, no ha lugar a homenaje alguno.- Sólo alguien con buen tino, designó una de las calles de un barrio periférico de esta Ciudad con el apellido del Dr. en cuestión.-
Además es dable destacar la labor de los médicos que destacados en sectores marginales y a veces no tanto en efectores públicos, donde es evidente la carencia de medios para desempeñarse aún en lo más elemental.- En más de una oportunidad aportando de su bolsillo para dotar al ámbito de elementos de vital importancia.-. Sectores de guardia en nosocomios o centros de salud, cercanos a la periferia de la ciudad, donde requieren ser atendidos pacientes de baja condición social, en estado de ebriedad o drogados, tal vez con severas heridas producto de alguna riña; pero lo más grave aún que lo hacen acompañados por sujetos de las más baja estofa que envalentonados por la situación de aquellos, literalmente presionan al o a los facultativos para que dé/n una respuesta favorable a sus demandas- Recientemente reclamaban protección policial.- Ni hablar de los médicos de emergencias médicas que ingresan a zonas llamadas “rojas” con fuerza policial.- Qué diferencia con otros prestadores!.- Pero la historia se repite, las autoridades muestran aquello que se ve, de esa forma quieren cimentar el “esfuerzo” cumplido en aras de la comunidad.-
En un momento hago referencia al comportamiento intempestivo de ciertos estudiantes, muchos lamentablemente (contagio de obrar en masa), tanto de esta como de otras disciplinas.-
En buena medida, profesionales en un extremo e ídem en el otro.-.- Por un lado los que por vocación anteponen una moderada conducta a la cuestión económica, mientras que en el otro no trepidan en sobredimensionar el ejercicio de la profesión, cotizándose como si fueran genios en el arte de curar.- Juramento de Hipócrates: Según se sabe, tanto éste como Galeno, médicos de la antigua Grecia, dejaron un legado tocante a la especialidad, pero particularmente a la ética y la moral.- Leerlo es enriquecerse y no ser sorprendido por peroratas inútiles y en contraposición al compromiso implícito.-

En su momento, el Juramento guía insustituible para aquellos que querían ejercer la medicina, armonizaba con las rígidas normas y /o conductas de la época.-
Pero claro, los tiempos cambian, ilusos los griegos, aquel compromiso sigue vigente no fue aggiornado conforme los tiempos modernos, más allá de que muchos profesionales lo respetan a ultranza.- No hablo de todos.- El común de la gente ya conoce de sobra conductas que se contradicen con la promesa requerida por aquel legendario griego.- Entonces, no será que algunos se apoyan paralelamente en un voto de hipócritas?.- Aquellos que proceden transgrediendo aquél, que les quepa la vergüenza y le pese en la conciencia, no sea que en el más allá se encuentren, de paso para el Hades o el Averno, con aquellos emblemáticos médicos de la antigua Grecia y reciban un buen tirón de orejas.-
Señores médicos: una mano en el corazón, nosotros esperamos después de Dios, que la intervención de ustedes sea como mínimo una panacea para nuestras expectativas.- Así podrán mirar a la cara a sus hijos u otros herederos.-

ROSARIO - OSCAR - 29.01.2011

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