(Tema sugerido por la Señora
Myriam Fixel de Buenos Aires)
*Una denominación hasta hace unos años desconocida, habida cuenta de
que es muy probable que si bien el problema existía, los afectados no tomaban
la iniciativa de encarar vía organización, el difícil sinsabor que el
particular lleva consigo.
*A raíz de que las rupturas del vínculo matrimonial o de convivencia
(sin contrato matrimonial), quedan hijos en la casi totalidad de los casos, ha
menester que conforme a lo que determina la ley respectiva, uno de los
progenitores se hace cargo de su tenencia. Porqué digo uno?. Es que el Código
Civil de nuestro país, hoy en vigencia, determina en el articulado que rige el
particular , que es la madre, en principio quien debe hacerse cargo de la
patria potestad de los menores hasta su mayoría de edad (18 años), donde tal
obligación desaparece, para si así lo desean quedan libres de decidir:
emanciparse o no. Hasta ahí lo que en primera instancia, se determina. Ahora
bien, el citado derecho materno está sujeto a una serie de requisitos que la
madre debe abordar para hacer uso de ese beneficio: no poseer antecedentes
penales, no consumir drogas ni alcohol, esto último en exceso, poseer un
soporte económico para el caso de que el padre por una u otra razón no efectúe
el aporte obligatorio que la ley determina. Podrán existir otras causales, que
no vienen al caso exponer.
*Ahora bien, una elemental exposición de un cuadro de situación
bastante complejo, dentro de los cánones que muestra la ley.
*Entonces pues, al abordaje del llamado S.A.P., cuestión de singular
relevancia.
*Nada más y nada menos que la sistemática y pertinaz perversidad de
progenitores que además de negarse a cumplir con el régimen de visitas
determinado por la justicia, llevan a cabo el siniestro lavado de cerebro
tendiente a que los menores vayan adquiriendo y es muy triste reconocerlo, la
cruel mentalización consistente en odiar
al progenitor despojado de la patria potestad.
*Los progenitores perjudicados por la inobservancia de las
determinaciones de la Justicia, se han organizado aún en otros países para que
sean respetadas sus necesidades, pero sin bien se destacan publicaciones
inherentes al descuido de aquella en tal sentido, el mirar hacia un costado por
parte de los magistrados intervinientes sin que los damnificados, pese al
tiempo inexorablemente transcurrido , reclamos ante los juzgados, petitorios
advirtiendo sobre actitudes reñidas con el sentido común y la lógica, respeto
del cuidado de los niños, puedan ver cristalizadas sus aspiraciones. El menor
ya está a cargo del progenitor, no hay un seguimiento por parte de asistencia
social, no son asistidos psicológicamente por profesionales no independientes
precisamente y así transcurre el tiempo. Los menores en manos de terceros
avenidos a una nueva familia, sin amor maternal o paternal, situación que no
resiste el menor análisis.
*Hasta aquí un panorama de la cuestión superficial de la problemática,
que cala hondo en el corazón de los damnificados.
* Ahora sí, hay que abordar la
temática del S.A.P. propiamente dicho.
*Se trata nada más y nada menos que de la actitud perversa del
progenitor. Aunque no en todos los
casos, a cargo de la custodia de los menores, que consiste en demonizar al que
no puede ver a sus hijos, en la procura de
que éstos se formen una idea equivocada de que su padre o madre es un personaje
concatenado con las huestes del mal, y
entonces cuanto más lejos y más resquemor mejor.
*Sin embargo tanto el diabólico mentor como los jueces que alegremente
convalidan semejante despropósito, no han reparado ni tampoco lo hacen hoy, en
el irreparable perjuicio que les provocan a los niños. Muchos hoy, adolescentes
que crecen y/o han crecido sin la cuota de amor que los padres deben
brindarles. Esos niños crecen y se desarrollan en un mundo diferente para
ellos, sin amor genuino, a los cuales se ha inculcado el odio a sus
progenitores, re resultas del cual llevarán de por vida un estigma insertado
forzosamente. Qué les deparará el destino, el común de la gente no lo sabrá. Tal
vez alguno de sus progenitores. Algo que tampoco los responsables han tenido en
cuenta: ante la consabida respuesta en escuela o trabajo de quienes son sus
padres….qué respuesta coherente pueden brindar?. Claro en unos años más, este
enroque será una constante. Quizás en otra etapa de sus vidas, pueda subyacer
en ellos la impronta ineludible de que han sido estafados miserablemente, mediante
ruines ardites que son inexorablemente imperdonables.
Padre o madre rayanos en el mesianismo. Tal vez sea demasiado tarde
habida cuenta que la carga emocional que han sufrido, les haya dejado huellas
imperecederas para las cuales ya no habrá retorno.
*El Mesías en uno de sus magistrales sermones, hizo una proverbial
referencia, inolvidable por cierto: “…dejad a los niños venir a mí…”. Muchos
años después salió a la palestra el Decálogo Internacional de los Derechos del
Niño. Entre la décadas del 40 al 50, el mandatario de turno en la primera
magistratura: usó un slogan emblemático: “…los únicos privilegiados son los
niños”…Toda una suerte de programas auspiciosos, promisorios, tendientes a que
ellos sean tenidos en cuenta como su condición amerita.
*Una incongruencia total: en los asentamientos irregulares la cosa es
diametralmente opuesta, el “vive como quieras y como puedas”, allí se ve que
reina el “qué me importa”. Jamás tendrá cabida el S.A.P., sus códigos son exclusivos e intocables.
Gente de medio pelo como el vulgo dice, situación que gravita seriamente en una
sociedad organizada, habida cuenta de la resultante de la carencia de amor, de
la promiscuidad, tal vez del resentimiento por su estado de exclusión social.
* No es para dejar de tener en cuenta que tanto padre, madre e hijos
involucrados seriamente en la emancipación, rompan con un brutal dejo de
egoísmo, tomando a los hijos como variable de ajuste. Si lo emancipados han
efectuado el juramento de rigor, no es razonable tirar todo por la borda, como
se dice en el lenguaje marino. Donde quedó el amor?, era una mentira
subyacente. Un día el irracional de dentro de uno de ellos, mostró ferozmente
los dientes, como el mastín que está en guardia.
*Y los hijos?...antes de concretar la emancipación, debió haberse
pensado seriamente en su destino. Estos
no son objetos, son sujetos. Con alma corazón y vida. Claro, al primar
el egoísmo y se convierten en víctima propiciatoria, tanto padres como madres
desalmados.
*A mí que me importa, la culpa la tiene el otro, con los ojos frente
al árbol, no pueden observar el árbol, es tal la obnubilación que no tiene la
capacidad para pensar en los pequeños. Al pensar en romper un vínculo, muchas
veces por nimiedades, susceptibles de corregir, solo piensan y lo reitero, en
ellos mismos. Total en la calle hay muchas ofertas….duro de pensar que no se
trata de actitud mercantilista la de la oferta y la demanda. Inevitablemente
acuden a la Justicia y los damnificados no ven colmadas sus aspiraciones, ya
que se ve como indiferencia total de los
representantes de la ley, al no ordenar, según parece, un seguimiento de los
procesos, mediante la intervención de una verdadera asistencia social, esta
pareciera se hace presente cuando hay que determinar el destino de los niños.
Ni hablar siquiera de la imperiosa necesidad de asistirlos psicológicamente,
para constatar si el responsable de la tenencia cumple fehacientemente con la
obligación contraída. El hacerse cargo de o de los menores les obliga a no
desprenderlos literalmente del amor del otro, más allá de que si este ha
fallado miserablemente en la responsabilidad de haber contraído un compromiso
vía juramento, más aún cuando consensuaron tener hijos donde la responsable es
aún mayor…Una utopía: a como van las cosas, deberían permanecer bastante tiempo
sin la concepción pertinente, de manera de asegurarse de que ya están en
condiciones de sostener la presencia de hijos como procede.
*El dolce far niente (dulce no hacer nada), sigue adelante. Bueno, el
hijo ya está en poder del tenedor, como sigue la cosa?: de movida la
sistemática campaña de denostar o crucificar al progenitor indeseable. Hombre o
mujer emancipados del supuesto demonio, medianamente jóvenes buscan y
encuentran al personaje que creen ideal para sustituirlo….y a recomenzar con
otras expectativas. El recién llegado que no arrastra la consanguinidad, casi
por regla general y mal informado por la señora o el señor “feudal” no brindará
a los menores la consabida labor de padre o madre ya que no lo es, aporta si
los tiene, sus hijos a la nueva convivencia, mezclándolo/s con el entenado.
En ese estado acompañado de una
sistemática campaña de desprestigio, qué podrá salir? Nada más y nada menos la
resultante de un menor manipulado de una manera ruin. En suma, la labor de
padres genuinos y bien habidos, puede sostener con seriedad y con amor,
el avance de los niños en esa etapa de su formación.
*Una desgraciada comparación e inherente en especial a las madres
involucradas en esta problemática. Los niños son considerados seres vivos a
partir de constatarse esa condición en el seno materno, es decir, ya posee
derechos que no pueden ser transgredidos y así hasta la mayoría de edad.
*Toda mujer que pare ya es madre, condición que no resiste el menor
análisis.
*Pero no siempre como en este caso se la respeta como tal y acá una
simbólica letra de tango cuyo título dice: “Madre hay una sola”; lástima grande
que eso se escribió hace muchos años, una notable expresión de sentimiento
hacia esa sublime figura…., el devenir de los tiempos ha modificado bastante la
sensibilidad de muchos.
*Los únicos privilegiados son los niños. Ahora resulta que esto quedó
en una frase ya en el recuerdo. Una rémora que incluye a muchas madres y
excluye a otras. Las hay quienes con coronita, lástima grande tratarse de una
bofetada a la dignidad. Ese conjunto de señoras que acá mercan con la
desaparición de sus hijos, aventureros egoístas y sin escrúpulos, a quienes
aquellas pretenden hacer aparecer como paladines de la libertad. Madres en el
dolor, aquellas a las que de una u otra manera una caterva de facinerosos,
secuelas del odio, el resentimiento, enancados muchos, en el camino de la
drogadicción y en un submundo de violencia e inseguridad, niños sometidos a
violaciones, desapariciones, etc. les han arrebatado a sus hijos. Las que muy
pocas quedarán y que jamás han recibido el merecido homenaje: mamás de chicos
muertos en Malvinas. Las víctimas de esta problemática que da título a la
presente, descuidada miserablemente por quienes tienen a su cargo la obligación
de hacer justicia haciendo honor a ella. Las Organizaciones de Derechos
Humanos, aquellas que se han constituido en arquetipos del orden social….parecería
que actúan en salvaguarda de las privilegiadas mencionadas en primer término,
las restantes, deben su condición de madre a la cigüeña, no han parido a sus
hijos por la vía normal, salvo que se considere como habitantes de otras
dimensiones planetarias.
Una breve semblanza con una mirada a los padres emancipados: su
actitud inmediata posterior a aquella condición. Sabemos de casos (al autor le
toca algo de cerca), que no han vacilado en aventurarse a nuevas conquistas,
con el inevitable engendro de nuevos hijos, hasta haberse arrogado el derecho
de una paternidad de varios hijos en
cada etapa.
*REFLEXION FINAL:
Sin pretender herir susceptibilidades y a modo de opinión personal,
como un razonamiento no desprovisto de sentido común, quiero exponer lo
siguiente:
**Padres que logran desvincularse del compromiso matrimonial o de
convivencia, haciendo gala de pensar solo para sí, dejan a los hijos para una
segunda instancia. Grave.
**Padres que se arrogan el derecho a tenencia y lo consiguen,
utilizando o apelando al S.A.P., se enancan, como dije antes, en egoístas, sin
reparar que en correlato con esta perniciosa condición, siembran en los hijos
semillas de maldad. Grave.
**Jueces y O.N.G. de derechos sociales, no hacen honor a la Justicia,
en este caso representada por una dama encapuchada….no ve, no oye, no habla…Según
el Derecho, este se instituyó en la sociedad para defender a los débiles. Al
diablo con esa premisa, y lo incongruente: falta de ética.
*Para cerrar, recomiendo a los tenedores de hijos a su cargo, ingresar
a la página: El fracaso de los padres se llama: Trastorno por déficit de
atención. Leer el artículo completo. Recomendado. Autor: Joshep Knobel Freud,
sobrino del legendario Sigmund
Finalmente, aboguemos para que el Altísimo eche un manto de piedad
sobre los involucrados.
Autor: Oscar Rodriguez.
Rosario, Pvcia. de Santa Fe-
Rep. Argentina.-
Le hago una sugerencia al dueño de este blog. Chequee con mas ahinco sus fuentes porque la "SEÑORA" que usted cita al principio del articulo de nombre Myriam Fixel abuso y maltrato a su hija hasta los 3 años. La mantuvo encerrada en un departamento sin ningun contacto con el exterior. La rapaba como un varon y la entregaba a su padre cuando se le daba la gana. Por suerte, la justicia pudo sacarsela y hoy es una feliz niña de casi 12 años que, a pesar de sus problemas de aprendizaje generados por esta "señora", pudo salir adelante con una familia que la ama y la contiene. Que se pregunte porque su hija no quiere ni atenderle el teléfono y deje de buscar culpables afuera
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