sábado, 23 de marzo de 2019

HERMOSA HISTORIA



Todo tiene que ver con todo decía un comentarista en tv. Esa premisa quedó muy atrás pero sigue vigente en la realidad. Hay de todo en la viña del Señor. Acontecen sucesos impensados, claro que nadie sabe puntualmente qué puede suceder en el día de mañana. Está escrito o destinado dicen, pero puede o suele adivinarse.
Esta obrita se inscribe en lo posible y puede que el contenido se hermane con la realidad.
En mi opinión no deja de ser una hermosa historia más allá de algunos severos tropiezos.

*AL COMIENZO ENTONCES:

-Buenos días señorita Belinda, soy Andrés Berazategui, padre del alumno Pablo con mismo apellido.
-Encantada señor.
-Usted puso una nota en cuaderno de mi hijo, anoticiándome de que quería hablar conmigo.
-Sí es cierto, sé que mamá no posee razón por la cual, dirigí a usted la nota. Motiva ese llamado el hecho de que Pablo muestra una conducta que me preocupa. Una de las misiones de todo docente es observar el comportamiento de sus alumnos tanto en clase como en los recreos. Lo que pase cuando salen a la calle no es de nuestra incumbencia, aunque por obvias razones si nos enteramos de algo preocupante, los identificamos y llamamos a sus padres. Es una razonable cuestión de principios.
Mire, Pablo en clase no me preocupa, cumple, atiende y procede sin motivo de queja o seguimiento especial; pero en los recreos se reúne con cuatro cinco chicos del mismo grado y de dos de otro. Los he vigilado por comentarios de alumnas que los conocen bien, que sus actitudes son incompatibles con cuestiones de moral. Tienen ciertas conversaciones preocupantes referidas a drogas.
-¿Drogas, señorita Belinda?
-Bueno, ante mi insistencia las respuestas coinciden.
-Gracias por su preocupación, lo hablaré hoy mismo con Pablo. Le informaré de lo que cuente.
-Pablo hijo querido, la razón por la cual me llamó tu maestra es…
Le cuenta…Pablo lo niega rotundamente, no es posible alega.
Lo veré con tu seño. Cuidado entonces, no eches a perder mi trayectoria y tu vida. En todo caso tengo que controlarte, espero no me defraudes.
-No pá…
Andrés, poseía un estudio contable, con empleados y  eso le otorgaba prestigio. De lunes a viernes, él trabajaba, Pablo iba a la escuela en un trasporte escolar que su


abuela luego del desayuno, esperaba hasta que subiese en el rodado. Al regreso, ya estaba Andrés en su casa, merendaban, charlaban, miraban televisión y a dormir. Los sábados por la tarde al parque, al cine, o a algún lugar de atracciones. Los domingos, un rato a la costanera y vuelta a casa. En uno de esos paseos y mientras saboreaban un helado sentados en la plaza, había varios chicos conocidos de la escuela sentados en unos bancos, de pronto apareció un sujeto joven en moto, se paró frente a los chicos y comenzó a entregarles un papel doblado, a cambio ellos pagaban. Así los quería agarrar, pensó para sus adentros, de esto se trata. Tengo que vigilar, estos van a la escuela con Pablo. Andaré con cuidado.
Llega el viernes, Andrés se prepara para salir, dejando a su hijo al cuidado de la abuela, quiero comentar que mi esposa falleció hace 4 años.
Andrés hace su ingreso a una confitería, cena y baile. De pronto ve a Belinda haciéndole señas para que se acerque.
-Belinda¡¡¡
Alegría y sorpresa, qué encuentro inesperado¡¡¡
-Venga Andrés que le consigo un lugar al lado mío.
-Pero es que no hay lugar.
-Haremos correr a las chicas, total dentro de un rato cuando comience la danza desaparece la mitad.
-Gracias.
-Llamaré al camarero para que le prepare lo concerniente a la cena.
Llega la hora de la danza, todos a la pista para los temas movidos. Luego a media luz con luces de colores titilando. Tanto Belinda como Andrés decidieron hacerlo pegado uno con otro, cara con cara al estilo de los temas lentos. En mu momento dado, tan apretados estaban que parecían una sola persona. En un momento Andrés desliza su rostro y…crónica del beso anunciado. Así permanecieron un largo rato.
-Belinda llevemos dos copas al jardín y allí podremos charlar mejor en privado. Se ha roto el hielo, ahora si tú lo deseas proyectaremos lo pertinente.
¿Lo crees así?
-Sí, ya no puede haber dudas. Y cómo haremos, ¿en tu casa o en la mía?
-Veremos, primero tengo que arreglar las cosas del departamento que alquilé amueblado.
Así pasó el tiempo, Belinda y Andrés comenzaron la vida en común. Con altibajos o sin ellos, el tiempo trascurría como siempre pasa. No había de qué quejarse por el momento. Dentro del tiempo determinado por la Naturaleza, Belinda ingresaría a la etapa de embarazada. Iba a nacer un varón el que se llamarían Bautista. Pablo estaba más que contento, no era para menos, estudiaba con una notable capacidad para avanzar en eso que se proponía: quería ser contador y trabajar con el papá. A todo esto, Belinda y Andrés tomaron la decisión de cambiar de residencia con el propósito de alejar al joven de la mala junta. Así fue, solo contaba con un amigo hijo de una

acaudalada familia con el que estudiaban y se entretenían en la casa de uno de ellos, la
play en red era una constante. Entonces poco o nada quedaba para controlar si no aparecían conductas raras.
Al fin llegó Bautista, hermoso bebé que era la locura de la casa. Todo iba cambiando paulatinamente.
No había nada significativo para destacar, una vez terminada la licencia por maternidad, Belinda volvió a la escuela, mientras que Bautista era atendido por una nodriza recomendada.
Andrés entretanto era acompañado un rato a la tarde, por Pablo y su amigo en la procura de familiarizarse con las tareas de contabilidad, mirar, preguntar y nada más.
Una noche como tantas, Andrés se acuesta para dormir, daba vueltas y vueltas y no podía conciliar el sueño, cientos de acontecimientos pasados iban y venían por su cabeza. Belinda notando la alteración de su esposo, lo invitó a levantarse y tomar un té mientras charlaban.
Toma medio comprimido de este inductor natural al sueño, no es droga.
Así hizo, luego se fueron a la cama, Andrés se quedó dormido y…
-Noooooo, comenzó a gritar!!!
-¿Qué pasa Andrés?, ¿pesadilla?
-Sí, horrible!!!
-Ven, te haré un poco de leche con te de tilo, te hará bien, después si quieres me cuentas.
-Sí, te contaré. Soñé que me llamaban de la guardia médica del sanatorio La Virgen María.
-¿Señor Andrés Berazategui?.
-Sí, el mismo.-Mire, usted tiene un hijo llamado Pablo, y está acá internado. Lo trajo una ambulancia de emergencias acompañado de un patrullero policial junto a otro herido. Se sabe que ambos jóvenes estaban asaltando una lujosa joyería en plena peatonal Belgrano, para ello su hijo amenazaba al propietario con un revólver, mientras que entre ambos cargaban en una bolsa, el contenido de joyas de alto costo depositadas en una vitrina cerrada con llave.
Dese una puerta aledaña y detrás de una cortina estaba el custodio quien sin mediar palabras descerrajó varios balazos a Andrés en las rodillas y al otro en la espalda.
--Bueno salgo urgente para allá.
-Soy el jefe de sala señor, su hijo fue intervenido quirúrgicamente de ambas rodillas, quedará imposibilitado para andar por sus propios medios, tiene los huesos destrozados por proyectiles de una 45 mm.
-Dios mío, cómo puede ser!!!
-Ahora está bajo los efectos de la anestesia para cirugía.
Andrés prorrumpió a llorar sin consuelo, balbuceando: de no ser por esto sería una hermosa historia.


Fue precisamente ahí cuando despierta, llorando pero de alegría al darse cuenta que todo había sido una horrible pesadilla.
-Ven Andrés, ve con tus propios ojos que tu y mi Pablo, duerme plácidamente junto a los otros niños.
-Gracias Belinda, tú sí que eres una grande!!!

*FIN DE LA HISTORIA:

Hasta aquí amigos, en mi modesta opinión el tema no da para más. Deseo como siempre sea de vuestro agrado. Hasta otro encuentro.

OSCAR
Rosario, Pvcia. de Santa Fe
Argentina – 23.03.2019.




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