viernes, 20 de agosto de 2010

LA IDOLATRÍA

Su significado conocido es, no obstante, vamos a recordarlo: adoración de los ídolos, amor excesivo a una persona o cosa.-
Desde siempre el hombre ha demostrado plena debilidad hacia personas o cosas, tal vez con un dejo extremo que ha dado lugar a la tan mentada idolatría.- De una especie u otra vivió dependiendo de creencias que lo mantuvo fuertemente ligado, muchas veces incursionando en los extremos.-Era evidente que desde entonces se ha visto necesitado de apoyarse en algo o alguien que le permitiera vivir con fe y esperanza, pilares básicos determinantes en forma incuestionable, de un estilo de vida conforme a sus expectativas.-
Se toma conocimiento de la profusa cantidad de dioses de que da cuenta la mitología griega; es de imaginar como habrá sido la necesidad del hombre en soledad espiritual por decirlo de algún modo, de apoyarse en aquellos; cada uno representaba un sinnúmero de cosas, hasta las más inverosímiles.- Más allá de que a esta altura aquella historia parece una fantasía, advertimos que han dejado profundas e increíbles huellas, que al día de hoy y considerando no solo la era cristiana, sino antes, y también separada de ella, han aparecido íconos de diversa naturaleza.- La devoción hacia éstos, prolifera a raudales, cualquier acontecimiento que tenga como protagonista a determinados personajes y a quienes tal vez por una casualidad se lo relaciona con algún hecho que se lo caratule como milagroso, rápidamente emerge un buen número de adoradores, lo que conlleva cuando no, un verdadero aluvión mercantilista.- Una situación muy bien aprovechada por los oportunistas de turno.- Es común apreciar verdaderas caravanas que se movilizan a través de transportes comunes, otras de a pie, etc. etc., desafiando aún las más rigurosas inclemencias climáticas y por días enteros, para luego de una travesía penosa las más de las veces, para concentrarse luego en un lugar ya establecido a tales fines.- Sabemos que en algunos de estos “santuarios” se lleva a cabo, a la par de la infaltable ceremoniosa con pretensión de religiosa (naturalmente de la más conocida), alguna forma de festín, donde abundan las infaltables copiosas libaciones de alcohol, etc. etc.- Pantagruélico festín?.-
A esta altura de los tiempos y muy particularmente en nuestro nunca bien ponderado país, se suceden más o menos de manera profusa, verdaderas concentraciones de hombres y mujeres que ante fracasos, particularmente laborales, se ven motivados a acudir a efectuar peticiones a íconos de los cuales son devotos.- Desde el punto de vista religioso, se los considera intercesores ante Dios, claro no en todos los casos ya que para alcanzar una consideración muy especial por parte de la iglesia, se tiene en cuenta un rosario muy destacado de atributos que no cualquiera puede lograr.-.
Lamentable y triste verdad; habrá que reconocer que hoy y, ante la falta de respeto a la Constitución Nacional, puntualmente al Artículo 14 Bis (salud, educación, vivienda y trabajo), es una constante, lo cual moviliza a buena cantidad de ciudadanos en procura de lograr mediante imploraciones, promesas, aquello que los gobernantes, con una insensatez que realmente rebela, no les interesa modificar.- No innovar, conforme un término jurídico.- Estas caravanas nos recuerda un poco, aquellas celebraciones, particularmente del Altiplano donde se veneraba a algún referente que ya no estaba con ellos.- Mientras tanto continúa el circo.- Al pan lo acompaña (según una versión moderna, que ríanse de los emperadores romanos de otrora), el clásico embutido de cerdo entremedio - Made in Argentina - acompañado inevitablemente con una clásica gaseosa (cuyos propietarios ven engrosar sus arcas alegremente).- Trabajo no, aplauso condicionado sí.- Cuan lejos está el primer mundo! y no solo precisamente por la ubicación geográfica.- Pero la idolatría no se refiere exclusivamente el incursionar del hombre sobre creencias religiosas.- Muchos ejemplos aparecen en tal sentido.- Este sentimiento va dirigido también hacia personas con las cuales se conforma un núcleo muy especial tratándose nada más y nada menos de aquellas que constituyen seres queridos obvios de señalar.- No escapan a la idolatría y conforme los tratados de historia, los símbolos patrios, emblemas que representan de algún modo a los países proclives a respetarlos con el acento que ha menester.-
Una parte importante la ocupa el amor, que de una manera muy particular tiene como protagonistas a dos seres que se aman profundamente con el típico sentimiento de aquellos que por lo general quieren formar una pareja de singulares características.-
Este amor profesado convenientemente debe dar lugar inexorablemente a la idolatría bien entendida que es como realmente corresponde.-
Conclusión final: seamos mesurados en cuanto a no crear fanatismos como una actitud fundamentalista; el amor al prójimo que se manifieste en cualquier acto en que involucremos a terceros, inevitablemente, con actitudes manifiestas de él, gratitud, bondad, fidelidad, humildad, etc.; entiendo que es la mejor opción para no caer en extremismos que conllevan una carga de ingredientes tóxicos que naturalmente no hablan bien precisamente de aquellos que utilizan la idolatría como una constante.-

OSCAR - 19.08.20120.-

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