sábado, 2 de abril de 2011

ULTRAJE A LA HONRA

Ultraje: Injuria que se hace de obra o de palabra.-
Honra: Estima y respeto de la dignidad propia.- Pudor y recato de las mujeres.-
-Los términos de referencia más sus significados, nos muestran otra faceta respecto de la conducta del hombre.-
-Naturalmente los dos últimos están involucrados a una condición que se atribuye al género humano en general, tan solo porque la riqueza de nuestro idioma ha entendido la compatibilidad existente entre ambos.-
-Ultraje: otro desfasaje que se viene produciendo, tal vez desde el mismo momento en que el hombre comienza su recorrido por el libre albedrío. Lo habilita a tomarse toda la libertad que le venga en gana para vulnerar alegremente las reglas de moral y buenas costumbres.-
-De nuevo un estilo tal vez algo particular de mi parte, al reflejar en buena medida el aspecto negativo del hombre; su faz más perversa, salvo una consideración favorable que ya se verá más adelante.-
-Tomado desde la óptica de una observación que no escapa a la realidad, se han mostrado al público lector diferentes secuencias en donde la verdad juega un relevante papel.-
-Como había hecho referencia anteriormente, el ultraje a la honra tiene precisamente una larga historia.- No escapa al conocimiento del menos avisado, que sin prisa pero sin pausa esta conducta va a un ritmo acelerado.- Mucho tiempo atrás era un tema tabú, (término propio de la Polinesia) motivo de conversación en voz baja y en un ámbito en que los menores no tenían acceso.-
-Hoy a través de un exhibicionismo, la exposición del cuasi desnudo y el lenguaje procaz, es una constante.-
-Ciertos relatos hecho públicos, de intimidades, todo un conjunto que nos recuerdan aquellas “obras” que debían leerse a escondidas ya sea para impedir a los niños su lectura, o bien para evitar comentarios sobre una morbosa adicción.-
-Cómo han cambiado los tiempos, desde aquel fatídico día en que Salomé con su danza de los siete velos, cautivó a un despótico Herodes, ebrio y con ojos libidinosos.- El resultado, triste por cierto, ya lo sabemos a través del Nuevo Testamento.- Será creíble o no, pero este libro fue escrito hace ya varios siglos, lo que equivale a suponer que tal conducta no era ajena a aquellos que lo redactaron.-
-Vaya a saber uno, cuantos hechos de injuria de obra y de palabra se habrán puesto de manifiesto a lo largo de todo el camino recorrido.- Habrá casos realmente puntuales que en su momento tomaron estado público.- Cada uno recordará aquel que su memoria le permita hacerlo.- Los tiempos modernos no escapan a actitudes como estas.-
-De una u otra forma, de hecho o de palabra. Muchos hábitos del hombre- negativos por cierto- reflejados por este autor en buena cantidad de obras, nos permite hacernos una composición de lugar que no deja lugar a dudas.-
-Invariablemente todo tipo de agresión que se infiere, demuestra una falta total de consideración y respeto hacia quien la recibe.- En suma, sentimientos y acciones que vulneran indubitablemente aquel principio de que el derecho de uno termina cuando comienza el del otro.-
Honra: se descuenta que esto tiene que ver con lo otro.-
-La historia nos da cuenta de conductas femeninas por demás elocuentes, damas que realmente marcaron todo un hito en cuanto a su ejemplar conducta.- Por otro lado y como contrapartida la de aquellas que no dejaron ni dejan señales de respeto a la moral y las buenas costumbres.-
-Algunas dan vía libre a la deshonra, permiten directamente que se las injurie, otras en cambio son cautivas de la traición en todos sus aspectos.- Qué paradoja!, más de una vez no se arrepiente, si bien hasta perdonan.- Claro que olvidar, imposible.- Ese estigma las acompañará toda la vida.-
-Otras en cambio, especulan a más no poder con sus atributos físicos (obviamente si los poseen), que les reportan un generoso rédito económico.- El ultraje, la injuria y la honra, para ellas son términos que solo sirven para formar parte del diccionario; dirán, es más, la que no aprovecha lo que la Naturaleza les brinda, allá ellas.- La impudicia es como un estandarte que orgullosamente enarbolan.- Tenemos que convenir que son como una forma de esclavas, pero no de la honra.- En definitiva, poco o nada les interesa.-
Son rehenes de una asociación inescrupulosa que las utiliza para lucrar, injuriándolas de algún modo.- Indirectamente lo están haciendo con un mercado consumidor que ya está harto de otro tipo de programación que más le provoca rechazo que entretenimiento.- Las ofertas de otros medios son en su mayoría diferentes, pero no compatibilizan con la idiosincrasia del común de la gente.-
-Otra definición de la honra determina una forma de homenaje que se lleva a cabo al momento de la inhumación de los restos de personas que ya cumplieron su ciclo en la vida.-
-Conforme a la gravitación que cada uno haya tenido en la sociedad, es innegable que al honrar su memoria, pareciera que se le da públicamente mayor o menor importancia.- Aclaremos.-
Si es un hombre público de gran notoriedad, un ejército de personas contribuye con su presencia al homenaje póstumo.- Se ocupan espacios en los medios de manera poco común, se invierten cuantiosas sumas de dinero en los hábitos propios de las circunstancias.- Será merecido?, o tal vez a través de esa ofrenda se destaque a grandes rasgos, la figura del que necesita que se sepa que estuvo, no pueden consentir que no se sepa que estuvo ahí, su ausencia podría ser mal interpretada.- Claro, falta la foto que seguramente se verá y será una certificación más de una forma de hipocresía.- Que contrasentido!...y pensar que a tantos casi héroes en diversas disciplinas, anónimos muchos de ellos, se les brinda discreto homenaje, o no.- Solamente serán recordados, por unos con el sentimiento, por otros con el recuerdo.- Para ellos no habrá bronce, ni mármol, y tal vez ninguna calle o institución llevará su nombre.- Desfachatez, cinismo y afán de sobresalir al por mayor.- Tareas muchas veces originadas en los adláteres de turno.-
-En síntesis, alguna que otra variante se ha producido en las costumbres, pero no cabe - en mi opinión- duda alguna que debemos honrar, con lo cual no cometeríamos, ahí sí, ningún tipo de ultraje a la honra, a tantas mujeres como hombres que entregaron incondicionalmente su vida, hipotecando porqué no, aún su bienestar por sostener convicciones de cuantiosa valía frente a exigencias diabólicas del poder de turno.-
-Hago hincapié en no sostener esta opinión a favor de actitudes mesiánicas que nada tuvieron o tienen que ver con aquellas conductas.-
-Una recomendación final para el que quiera oír: si queremos hacernos acreedores a una sana convivencia, tenemos que comenzar a respetarnos mutuamente, comenzando por leer y releer la conocida e indiscutible tabla de mandamientos, que se antepone por sus premisas, a cualquier forma de denostarla, habida cuenta de su procedencia.-

Rosario, Pvcia. De Santa Fe.- Rep. Argentina.-

OSCAR.- 02.04.2011.-

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