sábado, 14 de mayo de 2011

LA MENTIRA

Mentira: falta total o parcial de la verdad.-
Alguien dijo una vez y vaya si lo recuerdo, ese alguien era mi padre que decía como muletilla: …el que dice la verdad no miente.- O aquella frase de un célebre gobernante de la década del 50:…la única verdad, es la realidad.- En el caso de mi padre, tal vez lo decía para certificar de algún modo la veracidad de lo que refería, aún como se dice que la cara es el espejo del alma, y la de él, no dejaba dudas.-
-La mentira es algo que incuestionablemente tiene toda una historia; al amparo de ella se han escudado tantos seres humanos con predicamento o no para beneficiarse, para salvarse de algún cargo, pero sin dudas sacando provecho.-
-La historia casi a comienzos de la Creación nos ilustra acerca de esta condición llevada a la práctica para justificar actitudes no justificables que no se corresponden con una conducta rodeada de moral, de ética, de buenas costumbres.-
-Mentir es repugnante, no resiste el menor análisis, se puede aunque no se debe, hacer uso y hasta abuso de ello, pero no se puede dudar que tal vez cualquier interlocutor lo crea, pero queda bien claro que el que miente no puede hacerlo a sí mismo.-
-Dijo, aquel señor de la pluma, Constancia C. Vigil: …en boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso…-
-Cuando el adicto a la mentira es descubierto por aquella frase que el vulgo indica:…la mentira tiene patas cortas…supuesta e invariablemente y como respondiendo a una ecuación matemática, siempre queda un resquicio que contribuye a que la mentira quede en evidencia.- A partir de allí el amante de ella deja de ser creíble.-
-Habrá que reconocer que en algún momento alguna razón- tal vez por cobardía- se apele al faltar a la verdad, negación le dijo el Maestro al Apóstol Pedro y por tres veces consecutivas, que según las Sagradas Escrituras, tuvo visos de realidad.- No quisiera imaginar la situación posterior de este hombre que en mi opinión no le habrá alcanzado el resto de su vida para el arrepentimiento frente a la bajeza que el temor sin dudas le ocasionó.-
-Otra clásica mentira, conforme el Antiguo Testamento, lo constituye aquella a la cual apelaron los hijos de Jacob cuando al vender a su hermano José- por envidia- ya que al parecer por la cualidades que poseía, contaba con la atención de su padre, le mostraron una de sus prendas tintas en sangre de animal, informándoles que aquel hijo había sido atacado ferozmente por él y muerto.- Falacia descubierta al tiempo y ya sabemos de qué manera.- Qué notable la actitud del aludido, por ser historia conocida y brillante.- Si sus malvados hermanos se arrepintieron, no se sabe.-
A caballo de la mentira, se enancan aquellos sujetos a quienes les da igual (como se dice ahora) apropiarse de ella para esconder actitudes inmorales, promesas que saben de sobra que no quieren o no pueden satisfacer.- Se sienten realmente cómodos y lo que es más grave no es que mienten, sino hay quienes les creen.-
-La mentira ha estado siempre sobre el tapete.-
-Grandes conductores de masas, de ejércitos, dirigentes en todos los órdenes que más de una vez se han visto obligados a ello para justificar cierto tipo de actitudes.-
-Se habla y se lo hace muchas veces sobre apelar a mentiras piadosas, tengo mis reparos para suscribir este aserto.- Cómo revestimos esta impresión cual es la de anular definitivamente esta descabellada opinión.-
-Real terminantemente y bajo ningún concepto puede aceptarse esto.- Mentir, jamás.- Ser valiente y aceptar las consecuencias, las negaciones que la vida propone, la realidad de las cosas.- En síntesis, don de gentes.- La mentira no roza, sino que se instala para siempre en la piel del sujeto, a través de la cual pretende sacar provecho, obtener algún rédito que no necesariamente tiene que ser económico.- A través de ella se da muchas

veces el lujo, como vulgarmente decimos, de disfrutar a pleno con esa máscara descaradamente, sin importarle en absoluto, que como consecuencia de ello se hiere, mortifica, se infiere un daño que no tendrá retorno; a pesar y esto esporádicamente que el protagonista principal de esta deleznable conducta, quiera redimir o redimirse a través de su arrepentimiento.- Es en vano, si media el perdón del agredido, no creo que el farsante pueda borrar de sí el estigma que lo persigue y quizás la vergüenza que le provoque el noble gesto que en un acto de valentía el agraviado lo ponga de manifiesto.- Ah…el mentiroso si para colmo, tiene soberbia, no dará marcha atrás.-
-Pienso, frente a lo antedicho que tal proceder tenga quizás una imaginaria forma de ser mensurada.-
-Mentir, para la condición humana se trata de un hecho ruin que hiere en lo más hondo la sensibilidad del que es agredido por esa falacia.-
-Ya desde pequeños, las más de las veces, éstos utilizan el embuste para ubicarse en una posición favorable o cómoda, que no les permita entrar en colisión con terceros.- Sí, hasta cierta edad si bien no se debe castigar físicamente como en tiempos pasados, corresponde sí aleccionarlos verbalmente o privarlos por algún tiempo de aquello que más le guste- entretenimientos se sobreentiende- hacerles entender que la autoridad en el hogar la tienen los padres y que ante la mentira no hay excusa alguna.-
-Claro, los niños aprenden, en todo caso repiten lo que por ahí han escuchado.- Desde el hogar deben partir los mejores ejemplos.- Decir siempre la verdad, siendo frontal pero no agresivo o transgresor creo que finalmente para el hombre bien, le otorga por sobretodo, solvencia moral.- Bien sabido que para esto se debe comenzar por no ser un inmoral.- En nombre del amor, también no por regla general, se utiliza la mentira, ya sea por vía de la infidelidad, las promesas que no se cumplen y alguna cosa que otra factible de ocasionar colisiones.-
-A propósito, para el que conoce la doctrina cristiana, recordará que Jesucristo hablaba en parábolas: cada consejo iba acompañado de un ejemplo.-
-Una excelente manera de graficar los sabios componentes de su doctrina, es decir, el espíritu de ella.- Entonces, y salvando las distancias, me permito utilizar un ejemplo al modo del Maestro expresando lo siguiente: imaginemos por ejemplo, a alguien que quiere crear un jardín: posee buena semilla (él), encuentra la tierra (ella) que considera, reúne inmejorables condiciones para una óptima cosecha.- Comienza a ilusionarse con la idea de que ha hecho una buena elección, consecuentemente sienta sus expectativas en torno a esa inversión (amor?).- Así dadas las cosas, comienza lo que podríamos llamar: intento de que la siembra con todos los condimentos, le otorgue una buena cosecha.- En esta comparación podemos invertir los roles, razones obvias así lo determinan.-
-Pero todo esfuerzo tiene su costo.- Vive ilusionado, no quiere escuchar a nadie; está ciego, sordo y porque no, mudo.- Solo tiene eso para lo que con tanta ilusión espera.- Bueno, por fin aparecen los primeros brotes, vistosos colores adornan el predio.- Las aves, felizmente no se comieron las semillas.- Sin embargo su ceguera no le permite ver la cizaña que se aparea a las plantas, factores meteorológicos comienzan a conspirar contra sus sueños.- Tanta seguridad poseía, que para esto último no las cubría.- Sin prisa pero sin pausa, la mala hierba comienza su perniciosa tarea de destruir lentamente lo que prometía el haber creído que sembraba en tierra que suponía fértil, era un espejismo, las flores se marchitan, las plantas van perdiendo su prestancia y terminan muriéndose; al diablo los sueños, el despertar a la realidad lo deteriora moralmente.- Le cuesta recomenzar en otra parcela; quedó defraudado, sus expectativas se consumieron, la naturaleza fue despiadada, creyó y ya no confía.- A modo de paradoja, se puede comparar esto con la incursión de la mentira en el amor?.- Una parábola para leerla, releerla y adecuarla a las circunstancias - Capítulo bíblico: La parábola del Sembrador - Mateo 4-1/20, nos indica el sitio exacto donde sembrar.- --Será tal vez cuestión inherente al hombre?.- Se podría intentar alguna vez pensar con la cabeza primero y luego con el corazón?.- Si así fuera, será en detrimento del amor?
-Resabios por aquello de que…donde hubo fuego hubo cenizas quedan…-Vaya si la mentira causa estragos.- Cuando éramos niños nos asustaban con aquello de que…si mentís, te va a crecer la nariz como a Pinocho, el muñeco (muy lejos en el recuerdo).- Si así fuera, cuántos aludidos habría con excesivo apéndice nasal.-
-Hasta otro encuentro, amigos.-

Rosario, Pvcia. de Santa Fe - Argentina.-


OSCAR - 13.05.2011.-

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