*Derecho:
Condición de la cual se hace acreedor el hombre a
partir de su nacimiento.
*Deber:
Obligaciones que le competen.
Siempre se dijo que el derecho de uno termina cuando
comienza el del otro. Cuánta verdad ¡Pero lamentablemente no ha sido siempre
así y tampoco hoy.
Ni bien llegado al mundo, aunque antes en formación
tiene el derecho de ser asistido convenientemente.
Respetar el derecho a la vida no es una hazaña de la
madre, es una obligación. Ya en el mundo va de la mano con la necesidad que su
estado lleva implícito.
Sin requerirlo, el infante da muestras de que sus
derechos sean respetados, haciéndose entender con el llanto. En momento alguno
entonces, deja de prescindir de este ineludible compromiso de sus progenitores,
cada uno de ellos en su papel.
El derecho tiene vigencia casi desde el mismo
momento de la Creación. Entonces habremos de convenir que la sociedad
consumista al fin, necesita ser considerada como tal y no desea bajo ningún
punto de vista ser excluida como elemento imprescindible de una sana convivencia.
En tanto y en cuanto no se vea privado o limitado de
tal necesidad, no cejará en sus esfuerzos por conseguirla.
No obstante, no todos lo entendieron ni lo
entienden; así presumen de autoritarios y soberbios, dando por tierra con las
imprescindibles pretensiones de otros. Evidentemente el agresor no ha tenido en
cuenta elementales normas de moral y de buenas costumbres. Otra falta evidente
de respeto y amor al prójimo, la víctima y el victimario.
No siempre la desmedida y desafortunada intervención
de energúmenos ha estribado en incuestionables razones para provocarla. Ha
obrado con un descaro revelador de mala educación, estimulado por bajos
instintos que le provocan dureza de corazón sin importarle absolutamente nada
las nefastas consecuencias de su accionar.
Si repasamos la historia nos cansaríamos de
comprobar cómo y de qué manera se han vulnerado innumerables derechos de las
personas. Conquistas territoriales, violaciones, saqueos, sangre, sudor y
lágrimas. Cuanto desprecio de amor. Las prédicas religiosas caen en saco roto.
El conocimiento de lo que es bueno y de lo que es malo no es tenido en cuenta.
Para qué?
Ni los gobernantes ni la clase dirigente en general
toman conciencia de la gravedad de esta cuestión. No es nuevo que en ellos se
produce una falta de armonía antes de encaramarse al poder.
Actúan libremente pretendiendo subyugar a la gente
con discursos insidiosos que más pareciera que les están dirigidos a ciegos y
sordos.
Bueno así estamos. Las críticas no son rebatidas con
descargos creíbles, puntuales. El principio del que calla otorga.
Ahora a otro campo: el doméstico.
En el orden familiar, el derecho ocupa también un
papel preponderante. Bajo ningún concepto debe ser vulnerado.
Antes del compromiso matrimonial debe ponerse
énfasis entre otros conceptos
fundamentales, el respeto al derecho, bajo la innegable premisa de que ambos
cónyuges debe subestimar al otro. Qué ilusos, promesas por doquier, hasta de lo
más insólitas.
Esporádicamente y tal vez por milagro alguno cumple
(estará cuerdo?). No Se ha dado cuenta que la vida está formada o cubierta por
etapas. Generalmente se producen cambios entre una y otra y es muy probable que
se dé la lógica cuando transite por aquella que le sigue, es decir, noviazgo y
matrimonio.
Pasó el primer momento, una etapa “rosa” llega a su
fin. Conformar una pareja sobre bases sólidas implica seguramente deponer
actitudes que paulatinamente requiere consenso entre ambas partes. Pero la
sociedad al mejor estilo de un director de orquesta, tiene la batuta y requiere
que todos bailen al ritmo de la música de la música que ejecuta. Ante tal
imposición supone que la pareja se enanque en el principio de libertad e
independencia y no atiende razones que
tiendan a reencauzar los valores éticos comprometidos hasta juramentos
estériles. El que no se aferra a respetar el derecho del otro, está tirando por
la borda lo atinente a normas morales que debieran ser indestructibles. Pero el
amor de va. Promesa? Cómo pude haber aceptado esto?. En donde estaba antes? En
el laneta de los simios?. Esta condición,
al decir de una de las dos partes,
puede cumplirse, es antigua, los tiempos son otros. Claro son otros a
partir de la materialización del contrato conyugal. Acorde con la decadencia de
hábitos que en su momento, su pérdida era menos frecuente ya que las más de las
veces era la mujer quien había perdido sus derechos.
Deberes y obligaciones ineludibles también tienen
que acompañar al hombre. Desdeñarlas implica lisa y llanamente el auto
marginación. No es posible. Ya desde pequeños, el costo de vivir obliga a las
personas a responder adecuadamente a las exigencias de terceros
Comportarse como corresponde no solo con la familia,
sino con el resto de la sociedad, a propósito de vivir armoniosamente. Esta es
una obligación que no puede ser soslayada.
Todo pasa, es inevitable, estamos condicionados al
deber, a la obediencia, no a la sumisión. Cada uno en lo suyo según el rol que
la vida le tiene asignado, ya sea en el seno familiar, en la escuela (de
cualquier nivel o disciplina), en su trabajo, es decir en el diario contacto
con la sociedad, sin apartarse desde luego, de los derechos que a todo ser
humano le corresponde.
Derechos y deberes, así es la cuestión, la
Naturaleza sabia como es, no necesita pensar demasiado, le brindó al hombre
todo lo mejor, pero éste, astuto consuetudinario o por antonomasia no tuvo
mejor idea que entrar en franca rebeldía, optando por todo lo contrario. Quizás
haya pensado que era demasiado aburrido hacer felices a los demás. En
consecuencia tenemos el ineludible compromiso de respetar ambas obligaciones.
A renglón seguido, citaré algunos documentos referido
a los derechos del hombre.
*En Argentina, Artículo 14 Bis de la Constitución
Nacional.
*Declaración universal de los derechos del hombre:
alimentación es un derecho básico del ser humano.
*Declaración sobre el progreso y desarrollo en el
campo social, afirmando que es necesario eliminar el hambre y la desnutrición,
garantizado el derecho a una alimentación adecuada.
Palabras y más palabras, la desnutrición castiga a
más de mil millones de personas alrededor del mundo.
El cumplimiento de estos compromisos está a cargo de
los gobiernos en general, despojándose del poder satánico que tienen en su
interior.
Desnudos vienen al mundo, de igual modo lo dejan.
Si llegan a conocer los últimos deseos de Alejandro
Magno, se encogerán de hombros, como diciendo, cuando me toque ya veremos.
No le afecta su proceder, que más bien fuese su
alimento o cualquier otro tipo de vicio y de cuya adicción no puede salir.
En fin otra de las plagas instalada en la piel de
sujetos con total y absoluta falta de escrúpulos y de los cuales no se hace
cargo.
Como de ordinario, una epidemia más que sí tiene
remedio sin medicina alguna, pero es evidentemente un enfermo que deteriora la
salud física y moral de otros.
Cambiar esto será un milagro.
OSCAR
Rosario, Pvcia. de Santa Fe
Argentina- 19.04.2017
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