miércoles, 31 de julio de 2019

ADULACIONES NO

    



El diario vivir nos sorprende al despertarnos y comenzar la rutina diaria, con alegrías, tristezas, expectativas que nos impulsa a movernos conforme lo determinan las circunstancias. Hechos realmente impactantes en lo bueno y en lo malo que determinan el antes y el después. Evocaremos con arrepentimiento o no, lo que pudo ser y no fue, lo que dejamos pasar. En adelante veremos si nos equivocamos o no, más allá que no hay vuelta atrás.
Mi padre biológico César Solano, fallecido trágicamente- suicidio digamos- a los 54 años, dejando una familia atónita frente a tan impensada determinación cual fue la de quitarse la vida abruptamente sin dejar siquiera una nota explicando las razones de su determinación. Dice la ciencia médica especializada, que el suicida viene elaborando la idea de quitarse la vida un tiempo atrás. Algo lo abruma, lo aqueja que no lo tolera, su vida ha cambiado no entendiendo el por qué  o tal vez sí, lo cierto es que no puede vivir así y lentamente va elaborando la idea de no vivir más. Se convierte en el hecho en sí, en cobarde: no sabe o no puede resolver la situación, en valiente: cuando menos lo pensaba tiene el coraje de quitarse la vida. Falta la hora, el día y el elemento que le quite la vida. Egoísta: solo piensa en él, no balancea el horror que causará a sus familiares, al no dejar nota o indicio alguno. Vengativo: ¿contra qué o quién?
Esta introducción es imprescindible para dar comienzo a la obra en sí.
Mi padre había dedicado buena parte de su vida a la disciplina de tiro al blanco. Poseía una impresionante colección de armas de diferente calibre, todas guardadas en cajas de madera y de a tres, apoyadas sobre una tela de gamuza, separadas entre sí con un trozo de madera también forrado. Las armas transportadas no tenían que tocarse entre sí. En las tapas de las cajas, una placa de metal mencionaba su contenido.
Habida cuenta de su excelsa habilidad para esa disciplina, ganó títulos olímpicos, panamericanos y una buena cantidad de intervenciones a nivel mundial; viajó por casi todo el mundo, obtuvo medallas de diferente metal, copas, medallas, plaquetas, pergaminos y fotos que ocupaban una habitación a la que solo él tenía acceso.
Es de mañana, desayunan todos. César se levanta y avisa que se va a la sala de armas, de pronto una explosión sacude a todos. Salen corriendo acudiendo al lugar de donde suponían provenía el sonido extraño, entran a la sala de armas y quedan estupefactos al ver a César tirado en el suelo manando abundante sangre. Estaba terminado, llaman a la emergencia médica quien hace lo propio con la policía, habida cuenta de las razones de la muerte del hombre.
Velatorio incuestionable. Llegan amigos, parientes, coronas de todo carácter, días después llegarían mensajes de condolencia de diferentes remitentes.
Pero voy a hacer una pausa. Una vez retirado de las competencias, César formó con un amigo de buen pasar una academia de práctica de tiro al blanco. Enseñaba a sus alumnos a ajustar la mira para no errar al blanco. Las fábricas montan el adminículo y a la venta.
Bien, nos remitimos al velatorio en sí, como de práctica, llegan los visitantes al saludo y condolencias pertinentes.
                                                          

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Pero una visita inesperada hace irrupción en el velatorio y pide hablar con un familiar directo del difunto. Alguien la lleva hasta Corina una de las hijas de César.
-Ud. Dirá señora ¿para qué me busca?- soy la hija mayor del difunto-
-Señora, gracias por atenderme, vengo a comunicarles algo que no puedo ocultar.
-Diga nomás.
-Bien, soy Iris Ramadi, tengo una niña llamada Malena diez años hoy y esa niña la concebí con su padre el señor César, acá tengo fotocopia del acta de nacimiento. Está reconociendo la paternidad de Malena.
-¿No tenía usted otro momento más oportuno para semejante intromisión?
-Están todos juntos, de todos modos como yo trabajo de doméstica todo el día no tengo demasiado tiempo.
-Manuela, la señora se retira.
-Ya recibirán citación o  visita de mi letrado.
-Marcelo ven que te cuento…
Llama al Dr. Sandoval, dile que necesitamos hablar urgente con él.
-Hola Doctor, habla Marcelo Solano, tenemos una bomba entre las manos ¿puede venir?
-Ya salgo. En menos que canta un gallo, el letrado arriba y es informado de la noticia intempestiva de la que recibieron un rato antes nada más. El ataúd, aún permanecía allí.
-Caramba, esto sí que tiene sus bemoles. Tendré que aguardar la citación o presentación del colega.
En efecto, dos días más tarde llega la novedad de que el abogado patrocinante de Iris quería reunirse con ellos. Se realizó la reunión y el Dr. Regante acordó con Sandoval una reunión privada. La misma se llevó a cabo días después.
El Dr. Sandoval se reúne con los Solano para informarles que el caso ya es cosa juzgada, Malena tendrá que ser reconocida e incorporada a la familia, empresa incluída. No hay vuelta atrás ni forma de acomodar las cosas. Acá y perdonen, el único culpable es César, con o por su silencio.
-Gracias Sandoval ocúpese de la normalización de este asunto.
Días después, Corina llama a Iris para hablarle sobre el futuro de Malena, más allá de que suponía que su letrado ya le habría hablado del porvenir de la niña en el ámbito familiar.
-Señora Iris, nuestro enojo no es contra usted por la relación con mi padre, lo que nos molestó es el momento en que lo hizo sin comentar que había sido padre de Malena. Pero ya fue. Malena deberá compartir con nosotros, eso la beneficiará en grado sumo. Recuérdelo, las puertas estarán siempre abiertas para ustedes. A lo pasado pisado, no tiene que haber grieta alguna.
-Muchas gracias por comprender.
Pasó un tiempo en que las visitas eran frecuentes, no más rencor, reproches tampoco, toda relación cuestionable irá en perjuicio de la niña.
Instaladas ya las vacaciones escolares, Corina llamó a Iris para comunicarle que en unos quince días más o menos, viajarán a su chalet que poseen en las serranías cordobesas y quisieran incorporar a Malena en el paseo. Necesitamos una autorización suya y una constancia médica que indique estar en condiciones de viajar, todo
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debidamente legalizado en tribunales. Nosotros simultáneamente tomaremos un seguro de accidentes y/o vida, para lo cual necesitamos conocer su número de documento de identidad. El viaje está programado para el día 25 de Agosto del corriente año, es día lunes. Para el jueves anterior, necesitamos todo para las reservas correspondientes. Ah, necesitamos algún número de teléfono donde podamos ubicarla ni bien lleguemos y entre semanas.
En efecto, Iris llevó la documentación respectiva.
-Señora, el día citado Malena debe estar preparada con la ropa que posea, no mucha, nosotros compraremos ropa deportiva y calzado. Si tiene cámara e fotos que la lleve, sino tendrá la suya para registrar todo lo que le agrade.
En efecto, Corina se presenta a retirar a la niña.
-Malena despídete de tu madre, Iris apenas lleguemos llamaremos por teléfono, detalle que debe cumplirse para su tranquilidad.
Arribaron al aeropuerto y Malena asida de la mano de Corina, después de los trámites aduaneros, ascendieron a la aeronave. Todo era novedad para la niña que no dejaba por nada soltar la mano de Corina. Bueno, después de las sorpresas de estilo, arribaron a la Capital donde Corina adquirió ropa y calzados para montaña, para lo cual la niña las vistió. Fue fotografiada junto al tren que los llevaría al pueblo serrano donde está ubicado el chalet. Paseos de todo tipo, en caballo y en burro en el cable carril y en todo espectáculo muy propio de la zona.
Volvieron y llevaron a la niña a la casa.
-Bueno Iris, de vuelta; Malena muy contenta y ahora quiero comentarle que las puertas de nuestra casa está abiertas para ustedes dos, en beneficio particularmente  de la niña, no más rencores y/o reproches. Lo pasado pisado y a otra cosa.
-Gracias Corina: usted no sabe el peso que ustedes me sacan de encima y desearía también que no se hable más del asunto.
Y así fue, la relaciones al máximo nivel de óptimas para beneficio de todos. La hermanita perdida ya dejaba de serlo.

*FIN DE LA HISTORIA:

Dice una vieja sentencia: no hay mal que por bien no venga y vaya si este caso no se inscribe dentro de ella.

OSCAR
Rosario, Pvcia. de Santa Fe
Argentina – 29.07.2019

                                                          







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