viernes, 5 de julio de 2019

NO ES FANTASÍA



*No se trata de un hecho real pero bien podría serlo, habida cuenta de hechos de características habituales que muchos hombres han tomado ya como una costumbre. De violación se trata.
Esta problemática está hermanada con la continuación precisamente a exponer. El argumento está centrado fundamentalmente en la resultante de un aberrante suceso de abuso sexual gravísimo. Increíble pensar en el después. Y pensar que en las invasiones de todo tipo habida en el mundo, acontecieron hechos similares sin conocerse los resultados. ¿Hijos no deseados? ¿Embarazos interrumpidos?
Lo dejamos ahí. Terminado el prólogo o introducción me remito a la obra en sí.

*Me identifico como Enrique Santos, experto en mecánica de automotores mediante controles por computadora; ya retirado del servicio.
Al caer la tarde en una temporada otoñal, salimos con mi novia Nancy Contreras a probar un coche que no me gustaba como trabajaba el motor acusando un leve sonido para mí no común. Se me ocurrió probarlo en circulación, acudiendo a una zona poco concurrida. Grueso error. No había escuchado respecto de delito alguno, por eso me animé.
A regular velocidad marchaba cuando el reventón de un neumático me sacudió. Obviamente detuve el rodado, pensando en sacar los elementos de recambio. Primero y lo único que pude hacer, es retirar del baúl un potente reflector que encendí de inmediato. Nada más pude hacer al acercarse cuatro sujetos relativamente jóvenes con un arma en la mano cada uno.
-Quédate quieto, con vos no es la cosa, queremos a la señorita.
-No, a ella no¡¡¡
-Si no ella ¿a quién va a ser? Y uniendo la acción a la palabra, uno de ellos la arrancó literalmente del asiento arrastrándola hasta un suelo de gramilla. Le tapó la boca con un pañuelo de cuello y ató sus brazos en la espalda. Allí despiadadamente la sometió sexualmente, actitud seguida por los tres restantes. Luego salieron disparados internándose entre la oscuridad del paraje. A renglón seguido, tomé el reflector que dicho sea de paso pude aprovechar para observar sus rostros. Nancy, descompensada totalmente con pérdida de conocimiento…a qué más seguir.
Tomando el reflector comencé a hacer señas de luces, los pocos coches seguían de largo, pero un camionero generoso, detuvo el rodado bajando arma en mano por las dudas.
-Señor, no soy un delincuente, le cuento lo que nos pasó a mi novia y a mí.
De inmediato el hombre se comunicó por la red satelital a la policía quien en pocos minutos arribaron tres patrulleros policiales y una ambulancia. En minutos llegó el juez de turno quien ordenó el retiro del cuerpo hacia el hospital más próximo, el vallado y control del sitio, la recolección de la mayor cantidad de pruebas y todo tomado con guantes, al laboratorio forense. Por el material retirado, prueba irrefutable del hecho, se detuvieron a varios violadores en libertad con condena cumplida.
Enrique fue al reservado reconocimiento y aseguró que el que llevaba el Nº 2 era uno de los siniestros delincuentes.
-Lo tengo en la retina a los cuatro por haberlos alcanzado con el reflector.
El sujeto, encarcelado y en el “apriete”, cantó hasta el arroz con leche. El individuo fue el primero en abusar de Nancy.
Ambos jóvenes fueron contenidos específicamente hasta que no les quedó otra salida que aceptar la situación.
Como era de suponer, Nancy iba a convertirse en madre. Entonces Enrique, le habló en los siguientes términos:
-Mira Nancy, quien mejor que yo para comprender y te anuncio que quiero casarme contigo, en dos o tres días. Dos testigos y en forma reservada al Civil, en adelante cuando nazca el niño/a, lo anotaremos a mi nombre. Entonces tendrá un padre que no sabrá que no es biológico. Lo tengo todo estudiado. Cuando niño me enseñaron que había una joven virgen que concibió sin contacto con hombre alguno; pensaré lo mismo más allá de la diferencia.
Así fue, se concretó lo previsto y a su tiempo nació una hermosa niña rubia de ojos celestes. Estando Nancy en la maternidad, una compañera de habitación, sintonizaba un aparato de radio en una emisora musical de tangos. De pronto Nancy prestó atención a una hermosa voz que entonaba: La pulpera de Santa Lucía y le gustó esa parte que dice….era rubia y sus ojos celestes…
-Amiga, a mi bebé le pondré Lucía de nombre.
-Hermoso nombre como la dueña y la mamá.
Cuando le dieron el alta médica, se buscaron dos testigos- por las dudas- y se encaminaron al Civil donde inscribieron a la niña quien ya poseía padre biológico. Cuestión que solo conocían muy pocas personas, las más indicadas.
Tanto Nancy como Enrique eran felices, la presencia de Lucía y de Marcos después, contribuía notablemente en eso.
Ya una mañana, Enrique recibe la visita en el taller, de un señor que necesitaba le revisase el coche con problemas. Resultó ser un pastor evangelista.
Comenzó a conversar conmigo con una dulzura tal que me subyugó. Nunca me había encontrado con semejante actitud. Me comentó a lo que se dedicaba y me dejó impresionado.
-Enrique, todos los seres humanos deberían buscar a Dios, así el mundo funcionaría de la manera que al Señor le gusta. Pero Satanás no duerme, no tiene sed, frío, hambre y vive tentando al hombre para que se asocie a la maldad. Si ustedes sienten opresión o depresión por situaciones difíciles, los invito sin compromiso a que visiten nuestro templo, reciba esta tarjeta y prueben.
-Me ha dejado impresionado la seguridad y ese magnetismo que destilan sus palabras. Llegó el domingo y en horas de la tarde se apersonaron con los chicos al templo y fueron recibidos por su titular Pastor Rivero, quien los reunió en un pequeño salón y charlaron un rato hasta que comenzó puntualmente la reunión. Se despidieron prometiéndoles que lo irían a pensar.
No dudaron, el domingo se apersonaron al templo y así sucesivamente. Lucía había crecido significadamente, cumpliendo 16 años. El templo poseía un camping que cada fin de semana albergaba a buena cantidad de hermanos. La juventud se reunía separadamente y era frecuente ver a Lucía junto a Julián. No pasaba desapercibido para sus padres verlos siempre juntos. Una mañana, Lucía en el desayuno, le comenta a Nancy: mamá, anoche Julián entre besos y abrazos me pidió una prueba de amor, nada le contesté porque no sé qué quería.
.Lucía, hoy mismo rompe con ese desubicado. Te explicaré de qué se trata y cuando venga tu padre le comentaré.
Así fue y de inmediato Enrique tomó el teléfono y pidió al pastor una entrevista urgente. En efecto, al día siguiente el primero de los nombrados le comenta el grave problema. Rivero llamó a Julián para comunicarle su expulsión de la congregación.
Pero el sujeto no dándose por aludido enamoró a otra joven del grupo, Melba Santana quien accedió de plano a la solicitud de Julián.
A su debido tiempo, la señorita dio a luz un niño quien lamentablemente se presentó a la luz con una impresionante macro cefalia. No obstante, concurría al templo ya que ella no tenía prohibición alguna para permanecer en el templo.
Un día de reunión, estaban Nancy, Enrique, Lucía y Marcos entre tantos. Además Melba con su pequeño hijo en un cochecito. De repente y sin que nadie lo previera, apareció el sujeto violador de Nancy. Obviamente Enrique lo vió pero hizo silencio. El tal, era nada más y nada menos que el papá de Melba. Cuando el tipo vió a sus víctimas- conocidas por cierto- salió corriendo del templo, llevándose a algunos creyentes por delante, nadie entendía nada. El vendedor de flores en la vereda cuando lo vió salir disparado, pensó: este tipo estará demente?, no entiendo nada.

*FIN DE LA HISTORIA
 Nada que sea incorrecto puede quedar oculto, mía es la venganza: yo pagaré dice el Señor. Un evidente ejemplo de lo incorrecto, tanto del padre como de la hija; ahí las consecuencias. Espero les haya gustado. Hasta otro encuentro.

OSCAR
Rosario, Pvcia. de Santa Fe
Argentina – 05.07.2019


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