jueves, 9 de septiembre de 2010

DAR GRACIAS.-

Gracias…Obvio de señalar su procedencia.- Un título de mi autoría LA GRATITUD, refleja de algún modo la obligación de utilizar este atributo toda vez las circunstancias lo hagan menester.-
Casi de continuo el hombre en su devenir se encuentra condicionado a enfrentarse a situaciones de las cuales requiere de participación de terceros.-
Ya sea por gestiones, trabajos, favores, etc. etc. debe estar sujeto a esta obligación moral de manera tal de constituirse en una persona cabalmente íntegra.-
Una generosa forma de dar gracias, de la que el hombre no debe marginarse, es aquella de la que naturalmente tiene que cumplir inexorable y diariamente.- Se trata de un hábito y como tal tiene su periodicidad que debe respetar religiosamente y rendir culto al agradecimiento.-
Despejemos esta particular incógnita: un tipo de cuento, permítaseme mencionarlo así, intitulado “El regalo”, dice palabras más, palabras menos, que Dios diariamente deja sobre nuestra mesa de noche, una caja como regalo, imaginaria claro, el supuesto obsequio viéndolo desde el punto de vista de lo material, se refiere nada más y nada menos al día que Él nos ofrece ya desde el amanecer, bueno, en realidad quizás acepte en mayor grado aquel que físicamente está íntegro, pero el regalo no tiene limitaciones, no está negado a nadie, es cuestión de saber aprovecharlo a pleno; se puede pedir más?.- Falta un poco aún, al cesar el día, independientemente como le haya ido a cada uno y en la hora de la meditación casi obligada luego del balance diario, es ahí cuando la demostración de agradecimiento al Altísimo no se debe dejar de lado.- Un día más no es poco.- Aquel que física y mentalmente está integro, debe mirar a su alrededor y observando capacidades diferentes, poner el acento en la gratitud pertinente, dejando de lado nimiedades que lo mueven a constituirse en un quejoso estúpido.- Por regla general, quiera o no dar gracias es una condición que el ser humano tiene que aprender desde pequeño y forma parte de una educación que naturalmente comienza en el hogar, sigue en la escuela y consiguientemente debe incorporarse definitivamente en el hombre; lo que equivale en suma a formar parte de una filosofía que tiene que acompañarlo toda la vida mientras su razón no le juegue una mala pasada.-
No dar gracias toda vez que ello sea necesario, es atentar casi deliberadamente contra una elemental regla de respeto, consideración con el condimento de falta de amor al prójimo.-
Pero es público y notorio que los avatares de la vida permiten modificar en grado sumo, una actitud tan imprescindible casi, como cualquier elemento que el hombre requiere para subsistir.-

Lástima grande que ello no siempre ocurre.-
El ser humano presta - aunque no en todos los casos - demasiada atención a este particular.-
Sigue avanzando en su conducta, reiterando siempre o como se dice tropezando con la misma piedra, haciendo honor a su deplorable actitud sin reconocer alguna vez siquiera a quien o a quienes de los cuales se vieron favorecidos.- Querrán instalar en la sociedad una nueva forma de falta de consideración y de respeto que consiste en tener en cuenta un servicio le fuera prestado.-
Pero como de ordinario, no podemos medir a todos con la misma vara, verdad que hay otros hermanos que se han destacado y hoy lo hacen demostrando así que cuando se quiere se puede.- Es cuestión de empeñarse en respetar elementales principios de sana convivencia no exentos de reconocer que el otro merece consideración; una forma de concretar aquello que hace ya muchos años, el autor de la filosofía o doctrina que desde entonces se conoce como cristiana, tanto recomendó al mundo, cual es el amor al prójimo; ahí también está implícito el hábito de agradecer.- Entiendo que el reconocimiento de obras de tal o cual calibre , forma parte sin dudas de aquella singular premisa.-
Desde los tiempos antiguos, el hombre se ve comprometido en cuestiones que ameritan ser recordadas- aún los pequeños gestos- es tan agradable y suena tan bien cuando se los reconoce a través del agradecimiento.-
Aquel que lo lleva a la práctica está demostrando que posee una formación basada en principios morales y/o espirituales que lo destacan como poseedor de un patrimonio si se quiere envidiable.-
Tener en cuenta generosas actitudes aún de desconocidos, que contribuyeron en distintas disciplinas, a favor de la mejora de la calidad de vida del hombre.-
Corresponde aunque en menor medida, resaltar también la labor de instituciones que se ocupan de que el equilibrio ecológico no se vea alterado.- Claro, es notorio que el esfuerzo de muchos resulta infructuoso y las depredaciones en perjuicio también del reino tanto vegetal como animal, se manifiesten permanentemente, comprometiéndolos severamente.-
La contaminación ambiental, también ocupa un lugar de significación y debemos considerar la labor de quienes tienen a su cargo la preservación- aunque más no sea con el intento a ojos vista.- A ellos, a todos, nuestro más sincero agradecimiento.-
Es común observar también que en publicaciones periodísticas se reconoce el empeño puesto de manifiesto por profesionales de la medicina, que más allá de formar parte de su obligación y de su vocación de servicio, dejan en su labor una inequívoca señal de amor al prójimo, carisma mediante que con justicia merecen el reconocimiento utilizando aquel medio que equivale mucho más que un presente material.- En ese aspecto me comprenden las generales de la ley.- Perdón por la inmodestia.-
Este ejemplo de entereza moral, de conciencia, de un amor tan particular, sobre el cual ocuparíamos páginas enteras y no habría palabras para expresar semejante gesto, lo constituye sin dudas la donación de órganos, tan imprescindibles en este tiempo (la necesidad se hace pública a través de apelar a los medios).- La ciencia ha avanzado de manera increíble, de ahí la necesidad de tales requerimientos.-
Pero lamentablemente, se escuchan en principio, la súplica de familiares de enfermos severamente comprometidos, vaya no, pero lamentablemente luego de haber logrado el cometido, es decir, conseguir el donante, si bien dan cuenta del trasplante, son excesivamente cautos en dar gracias a viva voz a familiares que con una actitud altruista sin límites, optaron por semejante obra de bien.- Apenas dos o tres palabras de agradecimiento, fríos en su reconocimiento, con una actitud que verdaderamente llama la atención.- No se pretende que brinden información que por razones obvias no se puede brindar, pero que se extiendan en consideraciones emocionantes en grado sumo sería lo lógico, ensalzando el gesto…un comportamiento generalizado que se le resta relevancia.- Queda, de todos modos el consuelo de que se agradezca como mínimo, a través de plegarias, tan loable actitud.-
Permanentemente en todos los actos de la vida- salvo alguna excepción- obvia de señalar, debemos agradecer sus resultados, aún hasta en aquellos en que no nos hemos visto favorecidos.-
Consecuentemente, ante cada circunstancia que merezca ser considerada y reconocida, la mejor expresión de un inigualable sentimiento, es dar gracias a quien tenga a su cargo tan indiscutible actitud.- Sí, demás está decir que tal cuestión involucra a todos.-
Haciendo historia, nos encontramos con ejemplos que por sus características merecieron y merecen por su perdurabilidad no ser olvidados, más bien reconocidos con el pertinente agradecimiento, signo por demás elocuente.-
Jesucristo y, más allá de las opiniones divididas que todo tema importante conlleva, dejó ejemplos según lo que se desprende de su ministerio, de importancia capital; ni que hablar de su entrega en beneficio de la humanidad.- Tuvo que enfrentarse a actitudes contradictorias aún de sus propios y conspicuos seguidores.- No hace falta puntualizar en tal sentido por conocido es.- Tan solo destacar la filosofía cristiana, una doctrina inigualable que jamás ha sido superada, debemos estar eternamente agradecidos, porqué?, ella es una acabada demostración de cómo debe proceder el hombre en su andar por la vida.-
Una excepcional manera de vivir en completa armonía, en sana convivencia con el prójimo en donde el amor juega un relevante papel.- Un ideal pero claro, utópica manera de que el ser humano no adquiera padecimientos propios de aquellos que bien poco les interesa vivir respetando el derecho de los demás.-
Sí, una clara evidencia de un ilimitado egoísmo, un qué me importa.- Estos ejemplares, jamás van a dar muestras de agradecimiento en razón de que la soberbia les provoca una proverbial ceguera; en suma, el típico caso del árbol que no les permite ver el bosque.- Valga la comparación.-
En todos los órdenes de la vida el dar las gracias supone un gesto de nobleza; no es ninguna hazaña es una obligación moral de la cual deben hacerse eco todos aquellos que se precien de personas de bien.-
Constantemente nos hemos visto y nos vemos en situaciones que imponen la necesidad de reconocer generosamente a sus mentores.- Una cuota que por sus características no puede medirse siendo emblemática desde ya, corresponde incuestionablemente al agradecimiento que se debe manifestar a padres y a maestros que con su accionar respecto de la educación y otros menesteres se han y se prodigan en forma permanente.-
Generalmente, el reconocimiento se efectúa algo tardíamente, muchas veces cuando ya no están con nosotros.- Más allá de que la obligación de aquellos está implícita incuestionablemente, no se justifica bajo ningún punto de vista que se eche al olvido una labor donde el amor está prevaleciendo por sobre todas las cosas.-
Es materialmente imposible puntualizar todos aquellos momentos en los que el hombre fue y es protagonista de acontecimientos de tal significación que van generalmente acompañados de destacados mensajes de consideración, de admitir sin vacilaciones lo que se ha tenido en cuenta para él.- Hay quienes demuestran a través de recuerdos, ensalzando el o los hechos con autor o autores mediante.-
En suma, en este ir y venir, la constante es no perder la memoria, mucho debemos a aquellos que de un modo u otro centraron sus esfuerzos a favor de uno o más, tal vez multitudes a los cuales mucho se les debe.-
Premisa fundamental: Agradecer, agradecer, agradecer…

OSCAR - 09/09/2010.-

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