miércoles, 15 de septiembre de 2010

LA CINEMATOGRAFÍA

Este monumental arte de antigua data, naturalmente viene concitando la atención de la humanidad y de qué manera.- Tenemos que detenernos en cada etapa sin dejar de reconocer que cada una tuvo y tiene la suya.-
Muchos temas, actores, actrices, un manejo de esfuerzos físicos y económicos le dieron el condimento que ha menester para la consabida vigencia.-
En principio, el cine mudo con una marcada y sana inocencia deleitó a varias generaciones que al unísono de sentimientos/pensamientos/acciones, asistía tal vez sorprendido ante tal advenimiento.-
La versión sin voz pero con sonido agregado fuera de la proyección, provenía de un piano o pianola, en vivo, entiéndase que instrumento y ejecutante se ubicaban frente o a un costado del telón, ejecutando temas musicales que pretendían o lograban armonizar respecto del inocente argumento de la película; a veces se superponían diálogos propios de la misma sobre sus personajes.- Una atípica forma de entretenimiento, hoy con un dejo de humorismo, lo constituía el hecho de en la sala donde se proyectaba el filme, se disponían mesas donde los asistentes, bebían y o tomaban algún alimento rápido, mientras disfrutaban de la proyección; una tertulia.- Un escenario típico de la época, hermanado con el cine.-
La figura proverbial del cine mudo lo constituyó - creo que convendrán conmigo aquellos que tuvieron la oportunidad de verlo actuar - uno, quizás el más grande actor de todos los tiempos como lo fue el gran Charles Chaplin (Carlitos) para muchos.- El estilo de vida de aquellos, determinan reconocer a este talentoso actor prodigando todo tipo de ponderación.- Trabajar entonces con una tecnología por demás elemental, comparándola con los tiempos modernos, otorgan más predicamento a este genial personaje.-
Creo que sus obras cumbres: El Pibe, Candilejas y El Gran Dictador son una muestra elocuente de su calidad actoral.-
Irrumpe el sonido, el color sepia; insospechados cambios ya avizoran por entonces, un futuro más que sorprendente, evidentemente en franco ascenso.- Esta combinación del color blanco y el marrón se incorpora (como dato adicional), a la fotografía, a los periódicos y revistas.-
Una época inolvidable entre los años 40 y 60 nos muestran una impresionante producción del cine americano y el nacional.- Una sorprendente cantidad de salas cinematográficas en nuestra Ciudad – unas 50 aproximadamente - proyectando hasta 3 películas diarias todos los días de la semana, muchas veces a sala llena, (agregamos la infaltable proyección del noticiero Sucesos Argentinos, con el tan inolvidable fondo musical) Recuerdan?.-
Dentro de un cine eminentemente sano giraba parte de la vida del hombre, argumentos de todo tipo, histórico, de pueblo, de ciudad; generalmente con un rico aporte de lenguaje a veces enérgico, sin apelarse a lo soez o procaz para conformar producciones dirigidas a toda la familia.- Alguna que otra producción con restricciones, se anunciaba previamente amén del estricto control respecto del ingreso de menores en edad de riesgo.- Cine callejero algunas veces.-
El cine se nutre por varios años de producciones a pantalla chica, hasta que aparece el color, la panorámica y la tridimensional.-
Es innegable que el ingreso de la televisión a los hogares trae como consecuencia una notable disminución de espectadores en las salas cinematográficas; paulatinamente van cerrando sus puertas para dar paso a otros emprendimientos.- Hoy apreciamos que en una superficie que podríamos comparar con aquellas, se han construido pequeños ámbitos de proyección, con sonido de alta definición, y otras ofertas que tratan de lograr adeptos.- Es dable apreciar que no se habla de cine como en aquellos tiempos.- La esencia - y ya esta es una opinión personal - se ha perdido muy lamentablemente.-
Este mensaje tiene dos destinatarios, los del recuerdo y aquellos que no vivieron esa época pero pueden conocer aunque sea en forma literal, que la cinematografía posee una rica historia.-
Tiempos modernos nos muestran una gama de ofertas que se enmarcan precisamente en las modas y/o costumbres que como adicción toma para sí el hombre, acomodándose consecuentemente a las circunstancias para acompañar el ritmo de los tiempos.- Consume lo que se le ofrece.- Un mercado competitivo que maravilla en sus propósitos ha modificado sustancialmente el deseo que en materia de películas poseía otrora el hombre.-
Programar una visita al cinematógrafo generalmente se constituía en la posibilidad casi cierta de llevar a cabo una buena elección, expectativa mediante.- Se recuerda no con disimulada nostalgia que la selección por lo general tenía, salvo excepciones, como base a la o al protagonista del o los filmes a proyectar.- Era sin dudas una garantía para disfrutar al máximo inolvidables producciones.- Claro, que por entonces las ofertas de películas, actrices y acores estaban en un nivel incomparable, conocida que es la filosofía actual en tal sentido.- Descontamos que en la actualidad haya exhibiciones de jerarquía.- Pero la filosofía para otorgar argumento a los filmes, deja mucho que desear, muy a pesar de las generaciones actuales.- Contenidos severamente cuestionables sirven como obligado marco a tales exposiciones.- Lenguaje soez, chabacano y ramplón, amén de no disimuladas escenas de prolegómeno sexo, con tibios o no, anuncios de prohibición para menores en edad de riesgo.- Qué incongruencia!, como si determinadas ofertas televisivas fueran menos libidinosas.-
Más allá de cualquier otra consideración, se desprende que un afán mercantilista corona actitudes como las de referencia, poco o nada interesa la oferta cultural propiamente dicha.- Es dable observar la irrupción de personajes con relativa popularidad a los casi tomados de los cabellos, sin experiencia alguna son lanzados a la producción cinematográfica inescrupulosamente, manchando exorbitantes cantidades de celuloide y pasando sin pena ni gloria, verbigracia: memorizar el cine nacional de buena parte de estos últimos tiempos, particularmente cantantes con algún éxito en lo suyo, avenidos a protagonistas principales de un bodrio inaguantable; menos mal que por lo general no hay éxito de taquilla, sino pobre espectador sorprendido en su buena fe.-
El cine ha hecho aportes generosos en materia de producciones y protagonistas de excepción; no quisiera ser injusto al dejar de mencionar títulos espectaculares, solo basta recordar: “Lo que el viento se llevó”, algunas películas del realizador Cecil B. de Mille, respecto de libros tomados del Antiguo Testamento, con un despliegue de material humano y otros, que realmente nos sorprendía.- Una no muy lejana: Titanic.- Qué realización!!!.- Actores y temas que aún perduran en la memoria de aquellos que tuvimos la suerte de conocerlos, de tal manera.- Desgraciadamente olvidados.-
Se llegó a plasmar producciones de altísimo costo económico, con un apoyo logístico insuperable, con una demostración cabal donde se advierte que no se escatimaba ningún tipo de esfuerzo para lograr realizaciones sin precedentes.- Desde hace ya bastante tiempo una tecnología de punta se ponía al servicio de esta actividad.-
No quedó tema sin abordar, para todos los gustos pero fundamentalmente y por lo general, con argumentos donde cabía aquel comentario: apto para todo público.-
La irrupción de la televisión, simultáneamente con una tecnología de alta gama, solo arribó para arrastrar consigo en los últimos tiempos particularmente, una programación paupérrima en grado sumo, que bajo ningún punto de vista puede superar al Séptimo Arte, según se le llama.- Así las cosas es poco probable que aquel vuelva.-
Es una constante observar impertérritos, como se exhiben películas con un componente tarde o temprano del consabido sexo (ya sabemos de qué se trata), no precisamente del género humano, más de una vez ese ingrediente no tiene sentido, no modifica en absoluto la esencia del argumento, pero está.- Será que tal vez tal o cual pareja tiene sueño?.- A entender entonces.- Los productores creerán que es un condimento imprescindible.- La moda no debe constituirse en una mercancía con la cual se comercia (una vez más cuando no, el fin justifica los medios), será un ardite para otorgarle preeminencia al contenido de la obra?.- Herir a mansalva el buen gusto que es un patrimonio de cada ciudadano, es un verdadero insulto.-
La cinematografía, pantalla grande, en aras de tratar al menos de eclipsar a la televisión, pantalla chica, se ha lanzado a tontas y a locas en procura de avanzar sobre tal avasallamiento.- Pero sin un resultado positivo y lo que es más grave aún, que esto por una cuestión de lógica, frente a la otra imposición, no tiene retorno; ya no se puede emular a las grandes figuras que otrora nos deleitaban a la par de los temas que servían como base a la producción.- Cuántas veces al finalizar las películas realmente inolvidables, los espectadores aguardábamos hasta el final, reparto incluido, hasta que el telón se ponía en blanco.- Parece mentira, la capacidad de atracción era tal, que hasta alguna lagrimita u ojos nublados se ponían en evidencia.- Era evidente el pertinente comentario y el deseo de volver a verlas.- A aquellos que no vivieron estas emociones, habrá que contarles esto que parece salido de un cuento de hadas.- Un párrafo especial para aquellas producciones contemporáneas, espectaculares, que realmente han demostrado la capacidad y la posibilidad de este tipo de realizaciones- costo económico mediante.-
Hoy en día no es común que se hable de un cine como se hacía antes, entendiendo que ofertas de espectáculos y otras disciplinas han hecho que se repartan, por así decirlo, las preferencias por tal o cual actividad.-
En suma, también los tiempos modernos provocan cambios de hábitos que indudablemente contrastan con aquellas épocas que nos permiten la comparación, y, o juzgar que es lo mejor realmente, más allá de aquellos que no tuvieron oportunidad de vivir espectáculos de relevancia, no se encuentren en condiciones de realizar una crítica que se corresponda con la lógica, imprescindible como el criterio para enjuiciar como procede.- Tal vez con el correr del tiempo, generaciones venideras podrán disfrutar a pleno de una cinematografía con realizaciones de envergadura, que hagan reverdecer viejos laureles que sí le dieron un excepcional predicamento al arte en cuestión.- Nada de exposiciones chabacanas, ramplonas, sexo mediante como si se tratase de un condimento esencial, generalmente injustificado.-
Dios no libre de tal aberración.-

Oscar.- Setiembre 15 de 2010.-

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