jueves, 17 de septiembre de 2015

JUSTICIA SOCIAL


 Un nuevo tema hoy nos ocupa y vaya si tiene importancia.
Tenemos que admitir que esta situación que cada vez más se incrementa, tiene su buena antigüedad. Naturalmente, nobleza obliga, he de advertir que habré de referirme a la justicia social y su falta de cumplimiento. Algún tiempo atrás en una obra, abordé el tema de la injusticia, el mismo título del trabajo, pero esto atañe a las permanentes muestras de desconsideración y falta de respeto al ser humano, tantas veces abandonado a su suerte. Obvio de señalar que la sociedad necesariamente debe ser conducida, contenida para que la anarquía no siente sus reales.
En todo momento esa menuda tarea debía y debe estar a cargo de dirigentes políticos ya que a ellos les corresponde velar permanentemente por el bienestar de los ciudadanos. Deben entender que asumir tales compromisos conlleva obligaciones establecidas claramente en la Constitución Nacional. Precisamente, este formal documento determina con claridad los derechos de los habitantes del país. Descontamos sus obligaciones.
Pero lamentablemente esto no es lo que fuera de desear ya que la práctica demuestra la triste realidad que supera todo lo imaginable.
Parece que no hay forma de encarar soluciones tendientes a eliminar el flagelo de la falta de trabajo y o de vivienda digna. Paliativo: entrega de subsidios a los más desposeídos. Pero sí se habla de convertir al país en un territorio turístico, donde solo, de seguir así, tendrán cabida todas las posibilidades propias de tal intención, transporte de pasajeros, hotelería, gastronomía, artesanía y demás cuestiones comerciales que dependen de establecimientos que no requieren el empleo de mano de obra de tipo industrial.
El campo sí, genera trabajo en la agricultura como en la ganadería, amén de los derivados de esta última.
Pero es ostensible que en las grandes urbes, hay mano de obra ociosa y no preciosamente por culpa de ellos.
Al no haber fuentes de trabajo, al igual que centros escolares de franja cumpla con la mínima formación profesional, es imposible pretender que esa franja cumpla con lo mínimo, elemental. Una pequeña referencia,  se dice por ahí que podrían cultivar pequeñas superficies de tierra para obtener como mínimo algún producto para consumo propio. Pero en paralelo con esto y acudiendo a aquello de que no solo de pan vive el hombre, así solo se satisfarían pequeñas necesidades. Entiendo que esa no es la solución. Como tampoco lo es otorgar dádivas como en los tiempos de la colonización, regalando chucherías de colores para cautivar a un importante grupo de hermanos con el solo y avieso propósito de que sean funcionales al poder de turno. Para lograr eso se distraen fondos de donde no se debe.
No se pueden contemplar mejoras en la calidad de vida de aquellos a costa de restar beneficios a quienes hicieron los méritos necesarios para una remuneración justa. Otro agravio a la justicia social-
Sin trabajo, sin vivienda digna, es imposible que un país pueda emerger del fracaso y la desilusión, con una permanente muestra de una postal tan deprimente como la de aquellos países sumidos en la pobreza más absoluta, más deplorable y en donde se asientan, rabia, impotencia y en buena medida el resentimiento propio que se diferencia con otros hermanos en el extremo opuesto de una realidad que es observada con indiferencia por quienes tienen que velar por el bienestar, particularmente de aquellos que están abandonados a su suerte.
En buena parte de estos últimos tiempos, es inocultable observar gran cantidad de hermanos nuestros, que acuden a santuarios para tratar de hallar solución a diferentes problemas, con una marcada idolatría a íconos a los cuales se les atribuye poderes milagrosos. Sufre; su confianza y simultáneamente su desesperanza se apoyan incondicionalmente en aquellos..Entiendo que esta postura debe respetarse por estar orientada a la búsqueda de respuesta que los hombres no les proporcionan. Al margen de otras necesidades, solicitudes, agradecimientos un punto de referencia notable lo constituye el pedido de trabajo, aunque sea lo mínimo elemental. Es deplorable que por estas alturas, se acude a las divinidades (para aquel que crea), a fin de requerir soluciones que por su propio peso deberían brindar aquellos que a fuerza de prometer, terminan borrando con el codo lo que escribieron con la mano. Valga la comparación.
Algunas décadas atrás un líder popular abogaba por la justicia social. Estaría soñando o no habrá imaginado que aquellos que se enancan después en su filosofía, tomar al toro por la cola en lugar de hacerlo por las astas. Piensan solo para ellos, apelando al expediente de cortar por lo sano. Repartimos las ganancias, pero la de los otros, la nuestra ¡qué esperanza!.
Si de trabajo se trata, los estamentos específicos, generalmente apoltronados en lujosas oficinas, solo se limitan a apoyar las gestiones del poder, aún a sabiendas que su política no apunta en lo más mínimo a encarar soluciones de fondo. Y así por años, funcionales a intereses estrictamente personales. No es justo. Pero el fin no justifica los medios.
Vivienda digna: una utopía, la otra cara de la moneda la constituye en este aspecto las fabulosas inversiones inmobiliarias para una franja con alta posibilidad adquisitiva. Planes de vivienda para el resto: cero. A vivir, las parejas jóvenes con sus progenitores y a arreglarse como se puede. Ni hablar de aquella franja muy amplia que ha y construye o amplía asentamientos irregulares.
Otro tema grave: es imperdonable no abordarlo.
Se trata nada más y nada menos del gravísimo problema por el cual atraviesan nuestros hermanos aborígenes del Norte Y Noroeste argentino, miseria, promiscuidad, desnutrición, enfermedades que se creían extinguidas. Y la Justicia social?. Tantos representantes del pueblo en el orden provincial y nacional, hacia donde miran? Tal vez las consideran de otra galaxia.  No…sino ya estarían por estos lares los científicos especializados en cuestiones espaciales o afines. Es vergonzoso que reciban ayuda de agrupaciones civiles que se solidarizan con el sufrimiento humano.
Estas postales trascienden las fronteras…Y?
Admitamos sin ambages que el mundo allende los mares, esta emulando desde centurias a aquellos aventureros que so pretexto de humanizar y evangelizar arribaron a América a llevar a cabo un descomunal despojo…en fín…historia conocida.
En síntesis, la justicia social no se pregona como muletilla. De una u otra manera, estamos comprometidos a que se ella se cumpla. En otras latitudes se ha concretado, aunque lamentablemente no en todas. Qué esperamos para que esto se concrete?

OSCAR
Rosario, Pvcia. de Santa Fe

Argentina- 16.09.2015

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