domingo, 16 de abril de 2017

VÍCTIMAS DE LA SOCIEDAD

*Repasando la historia encontramos que el hombre en su conjunto ha estado involucrado desde tiempo inmemorial en cuestiones que por un lado lo han constituido en víctima por un lado, y en victimario por el otro.
A nadie escapa, es decir, ni al menos avisado que la conducta irresponsable en forma de maldad tiene su correlato a poco de la Creación.
Primeramente cuando no se conocían impresos, el boca a boca era el único medio que  el pequeño mundo poseía para informarse o enterarse y aprender. Obviamente dependía de lo que escuchaba.
Así se fue conformando la larga historia de la toma de conocimiento de cómo ha transcurrido y transcurre su vida, más allá de que hoy se informa así al instante desde los más alejados rincones del mundo. Así de sencillo: para haber víctimas tiene que haber victimarios. Y vaya si los hubo y los hay.
Toda la gama de víctimas muchas de ellas inocentes en cuanto a su edad.
Recordamos la triste historia del siniestro rey Herodes quien en la procura de hacer desaparecer de la tierra a quien fuera signado por el destino para ocupar un lugar de privilegio ya desde su nacimiento. No hubiera querido en la piel de aquellos progenitores que también y en forma indirecta se constituyeron en inocentes víctimas de un absurdo comportamiento.
Y de seguir mencionando casos puntuales no habría papel para reflejar tales acontecimientos. Es solo nomás una cuestión de relación.
Según las Sagradas Escrituras, el Creador al expulsar del Edén a sus primeros habitantes debido a su desobediencia, les aseguró una serie de vicisitudes en que si bien la maldad no estaba referida tácitamente, tendremos que entender como implícita.
Bien, según esa fuente, la maldad instalada en el hombre corriente, comienza a cobrarse la primera víctima, Abel hijo de Eva y Adán, muerto por celos de este mal hermano Caín.
He de cerrar lo inherente a tan lejano tiempo. Sucesivamente, hechos aberrantes y conocidos, se han cobrado numerosas víctimas en manos de aquellos señores dueños de la verdad, que fueron autores de atrocidades sin igual
Transitemos la actualidad, problemática ya instalada, no deja de alimentarse con un atroz apetito como si fuese una maquinaria  a la que hay que nutrir de materia prima para que pueda, expender los productos para los cuales fue diseñada y construida.
La maldad se ha aggiornado, si bien no cambió de nombre ni de estilo, siguen en ella condiciones innatas desde su nacimiento.
Sin embargo, se han adicionado otras que también dan lugar a que haya quienes las provocan y quienes las sufren.
Cuáles son?: violencia, inseguridad, drogadicción, sida, pornografía, contrabando de bebés, trata de blancas mediante secuestros, intolerancia de padres sobre docentes, falta de educación y respeto, abandono de hijos dejando la casa paterna, corrupción en casi todos los órdenes. Exposición en medios televisivos de un descarado libertinaje con muestras de “señoritas” que la mayoría fueron modelos de pasarela inducidas generalmente por sus mamás. Deformación del idioma en los medios de captación masivos.
Pero pasemos al otro elemento, grave por cierto, enferman te, descarado, hipócrita y cínico de los secuaces de Mefistófeles, cual es la clase dirigente, incluyendo a aquellos idiotas que los llevan al poder por apetencias personales, amén de recibir prebendas a través de las cuales los mantienen cautivos; una forma de convertirse en victimarios de muy buena cantidad de ciudadanos que ven menguados sus ingresos como consecuencia de que una indirecta y despiadada forma de ayudar al que menos tiene, debe contribuir a que los gobernantes hagan una política de justicia social, mediante una salida salomónica: a aquellos los sometemos a una lisa injusticia social.
Una vez más, víctimas y victimarios.
Toca el turno ahora a un tema que realmente preocupa y vaya uno a saber cómo y cuanto: la administración de justicia.
Dice al comienzo del derecho: que fue creado para defender a los débiles. Si pero convengamos que también la aplicación de las leyes merece un razonamiento conforme al avance de los tiempos. No se vive hoy de la misma manera de medio siglo atrás, eso está claro.
Profundos cambios de personalidad, nuevos y peligrosos comportamientos. Libre albedrío en un volumen imparable, cuestionable.
Consecuentemente las leyes merecen  ser modificadas conforme las variantes de los tiempos, contenidos perimidos, nada de acortar las condenas por buen comportamiento, nada de salidas transitorias, ni libertad condicional. En suma se impone la ley del Talión, ojo por ojo, diente por diente. El encierro no corrige. Ellos los victimarios, en libertad, las víctimas o familiares se quedan penando.
A esta altura, la pregunta de rigor: los diferentes poderes ante la falta de ecuanimidad, se quedarán con los brazos cruzados?. Es muy probable que estos delincuentes viajen en un colectivo del servicio urbano de pasajeros, sentados a nuestro lado como si tal cosa.
Y pensar que en los años 70 una revista que se ocupaba de información “pesada”, fue sacada de circulación por mostrar fotos con desgarradoras imágenes de un choque entre dos convoyes de pasajeros en General Pacheco, Pvcia. de Buenos Aires.
Años ya se produce el secuestro y muerte de una niña casi adolescente, hija de un   condenado en prisión, venganza seguramente a través de un aberrante injusto y cruel asesinato, Candela ella. Nunca más se habló del tema.
El progenitor, un tipo de avería se habrá quedado con algún vuelto y eso haya motivado el desenlace que terminó con la temprana vida de la niña.
La noticia ya no vendía para los medios, de ahí el silencio definitivo.


OSCAR
Rosario, Pvcia. de Santa Fe
Argentina, 16.04.2017.




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