domingo, 4 de julio de 2010

TEMA: EL PERDÓN

Perdón, según la Real Academia Española se refiere a:

Remisión de la injuria ò deuda.- Remisible: que se puede remitir o perdonar.
Indulgencia: Finalidad en perdonar . Remisión que hace la Iglesia de las penas debidas
por los pecados, consideración, miramiento hacia una persona.-
Cuando el Creador coloca en el paraíso al primer hombre y la primera mujer, descontamos les habrá
impuesto obligaciones - en síntesis - debían aprender a vivir. Los únicos padres educadores, protec-
tores, etc. era el Señor; a Él debían responder.- Pero no sólo estaban ellos en el Edén…y como conse-
cuencia de ello el mentor de la tentación por lo indebido, era esa figura aún sin forma conocida. El Se-
ñor les impuso una ineludible obligación “no comer del fruto del árbol prohibido” que se hallaba en me-
dio del Edén.- Lamentablemente, la tentación alentada por esa siniestra figura, pudo más. Advertido el
Creador del tal desobediencia, tomó la determinación de expulsarlos de ese lugar de privilegio. Todos
conocemos las advertencias del Señor tocante a las consecuencias les acarrearían a los seres humanos
a partir de ese pecado.- Como vemos, no hubo indulgencia, perdón, otra oportunidad ni nada que se le parezca.- El Creador fue terminante…a vivir como habían elegido.-
Tiempo después, el abominable crimen de Caín en la persona de su hermano Abel.- Una nimiedad: celos,
envidia y luego la eliminación física de este último, como si eso hubiera sido la solución. Ignoramos la
suerte corrida por el victimario. Un ejemplo de qué hacer con el pecador?.-
Pasa el tiempo, la maldad se acrecienta.- El Señor visita a Noé y le manifiesta (palabras más, palabras menos): estoy cansado de la maldad de los hombres (tal vez arrepentido de haberlos creado); voy a des-
truir la tierra.- La historia es conocida.- Se rehace la creación, la convivencia se multiplica, evidentemente
la barbarie anida en el corazón de los hombres; la palabra amor no se conoce.- Otro caso emblemático lo
constituye la conducta reprobable de los hijos de Jacob, (salvo José y Benjamín - este era muy pequeño),
que celosos por la personalidad de José, deciden sacarlo del medio.- La historia la conocemos.- Imaginamos
la angustia de Jacob.- Sin embargo, José da muestras en Egipto de su condescendencia hacia sus herma-
nos…perdon?....entendemos que sí, aún cuando no era un término conocido.- Qué habrá pasado por el cora-
zón de Jacob, cuando descubrió la patraña de sus otros hijos?....No sabemos.-
La historia es muy larga.- Aparece Jesucristo.- Todos sabemos la calidad de su doctrina a pesar del corto mi-
nisterio que le tocó en suerte.- Cuando sus discípulos inquieren sobre la forma de orar, Él indica la necesi-
dad de hacer uso del Padre Nuestro.- Para mí, la parte sustancial de esta oración, lo es aquella que dice: “perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden”.- Él como verdadero ejem-
plo, perdona a quizás el discípulo que mas quería, al que lo consideraba como la piedra angular de la Iglesia.
Al que le da ( un símbolo: las llaves del reino) y sin embargo lo niega y vaya cómo: 3 veces; aún a sabien-
das que Jesucristo se lo había anticipado.- Lloró, se arrepintió y descontamos que el Maestro lo perdonó; más
dolor aún de este significativo hombre.- También el hijo de Dios, le pide al Padre que perdone a quienes lo
habían enjuiciado y crucificado. Vaya ejemplo.- La calidad bien entendida empieza por casa, dice una vieja
sentencia.
Infinitos casos de violencia (de todos las índoles), hambre, abuso de poder, etc. etc. y un caso muy reciente nos llama la atención - nos hace reflexionar, se plantea un serio interrogante---¿cómo se resuelve?. Al mo-
mento de conocerse la sentencia a los responsables indirectos del siniestro de la confitería bailable Repúbli-
ca de Cromañón, familiares y amigos de las víctimas (194) se reunieron en vigilia aguardando las senten-
cias. Pancartas, afiches, volantes, fotografías de las víctimas; en todos los casos, pedido de justicia (para mí,
se trata de una forma de venganza), no abandonar la lucha, etc. etc…Pero…..en inscripciones, declaraciones,
etc. no se habla de perdón o indulgencia; no se habla si los responsables tenían algún tipo de debilidad enfer-
miza que los obligó a manifestarse indiferentes a lo que podría acontecer y como consecuencia de ello había
que comprenderlos.- Para los familiares de las víctimas, no habrá ni consuelo, ni paz, ni sentencia ejemplifi-
cadora que los libre del antes y el después.- Indudablemente, tendrán que entregarles su tremendo problema
al Señor para que Él con su infinita Misericordia, les otorgue el consabido alivio que ahora necesitan.-
Obviamente, correrá por cuenta de cada uno, considerar o reflexionar de la mejor manera, dar respuesta al
interrogante que el caso nos plantea.- En mí caso, también lo dejo en manos del Señor… (Oscar).-

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